La saga de cine no es que sea una obra maestra precisamente, pero resulta un buen divertimento sin pretensiones, con una idea bastante original como punto de partida y buenas dosis de thriller, acción y “gore”.
Desde que vi la primera, pensé que la premisa daba para muchas historias y secuelas, y lo mismo habrán pensado los creadores porque, unos años y cuatro películas después, ya tenemos aquí la correspondiente serie. Veamos qué nos ofrecen.
No entro a valorar a los actores ni la técnica narrativa, que son como mucho mediocres. Como he dicho antes, esto no está pensado para tener premios y críticas, sino para entretener.
El piloto no es para tirar cohetes, pero presenta a los diversos personajes a los que les va a tocar pasar una noche infernal. En la serie se vuelve a tratar el tema de las diferentes formas de vivir la purga en función de la clase social, pero aquí directamente tenemos personajes ricos que están en una de esas famosas fiestas, sin que todo se centre en los pobres de barrios marginados.
También se exploran nuevas ideas, lo que me parece genial ya que esto se presta a abrir un gran abanico de posibilidades. Concretamente, una de las tramas está relacionada con una secta de la purga, lo cual no deja de ser interesante. También tenemos la siniestra feria de la carne.
Desgraciadamente, la mayor disponibilidad de tiempo de este formato ha sido desaprovechada.
Los capítulos tienen “flashbacks” y parones para desarrollar las historias de unos personajes que no tienen tanto interés como para merecerlo. Creo que esto es algo que no tiene demasiado sentido si hablamos de la franquicia de la purga.
Esto hace que la tensión se reduzca bastante en comparación con las películas, y que el ritmo sea más lento, lo cual no es bueno al no tener grandes actores ni subtramas. Es por esto por lo que la tensión permanente de la saga, aquí tiene menos intensidad.
Otra cosa que noto es que, al parecer, la televisión americana no siempre puede ser tan políticamente incorrecta como el cine, por ser más accesible a público menor o por cualquier otro motivo que se me escapa. El caso es que aquí se cortan mucho a la hora de mostrar la violencia y la sangre, que casi parecen tratar de ocultar o minimizar, lo que no le sienta bien a esta noche de purga. Las películas son más duras en ese sentido.
De todas maneras, es una serie que voy a seguir viendo hasta que termine porque me llama la atención las nuevas formas de aprovechar la idea, pero desde luego no es una serie excesivamente recomendable ni demasiado buena, la verdad.