Como Luis Tosar se ha hecho un hueco más que merecido en el cine español con "Celda 211" y "El niño", había que probar viejos títulos de cuando no era tan conocido.
Mal empezamos cuando se trata de una adaptación de Lorenzo Silva, pues su "alquimista impaciente" ya era bastante aburrida, y eso que era de investigación de crímenes.
En fin, esta película tiene la particularidad de que estás todo el rato esperando que pase algo interesante, y lo único que merece la pena son los pocos minutos del final. Hay una cierta tensión porque nunca terminamos de tener claras las intenciones del protagonista, y llego a sospechar que se va a transformar en un thriller interesante, pero de eso nada.
Como no conocemos los pensamientos de este ejecutivo de banca, ni con voz en off ni nada (supongo que en la novela esto sí pasará, que no lo sé), no sabemos si es un psicópata planeando vengarse, si es un pervertido sexual, un acosador o si simplemente está enamorado. Y es que el bueno de Tosar no aparece aquí tan expresivo como en otros trabajos. Más bien al contrario, su impasibilidad y seriedad perenne me sacan de quicio, pues por ello empatizo con él lo mismo que con una silla de ordenador.
María Valverde, al ser principiante, tampoco es que deslumbre demasiado a pesar de su palmito.
Pero lo peor de todo es el argumento. La historia divaga, no termina de arrancar hasta el mismísimo final. Hay largos planos en los que no pasa nada. Además, los diálogos entre Pablo y María son muy estúpidos e insulsos. ¿En serio esta chica no saldría por piernas al ver que este calvo feo va detrás de ella? ¿Realmente le puede interesar un tipo que puede ser su padre y cuya conversación es más aburrida que el "making of" de una película de Lars Von Trier? Realmente me parece todo demasiado inverosímil.
Es una película soberanamente aburrida y que toma al espectador por idiota, pues intenta intrigar dando la impresión de que van a pasar cosas, que luego ni pasan ni intrigan lo más mínimo.