Mi primera impresión (y en los sucesivos visionados) de esta película fue bastante positiva.
Es una historia de aventuras y supervivencia en la que el ser humano se pone al límite.
Un grupo de trabajadores de una petrolera se estrella con un avión en el desierto de Gobi. A ver cómo salen de este entuerto.
Nadie parece que vaya a rescatarles, y pronto comienzan los problemas no tanto por la comida sino por los planes para tirar para adelante, lo que da lugar a disputas y una buena variedad de situaciones.
Con varias caras famosas en el reparto, y algunos conocidos actores televisivos, la película es bastante entretenida porque aunque el escenario sea siempre el mismo, no paran de pasar cosas.
Todo esto está muy bien. De hecho, hasta me parecía una película notable. Mi nota podría ser perfectamente incluso un 7.
Pero llegó el momento en que me enteré de que es un remake de otro film con James Stewart, y por supuesto decidí ver la original. Fue entonces cuando tuve que bajar mi valoración.
Por muy bien hecho que esté el accidente y por muy buena que me pareciera, esta versión con Dennis Quaid no deja de ser una fotocopia de la otra, con poquísimos y muy pequeños cambios, y que casi no merece la pena que la hubieran hecho.
Teniendo en cuenta esto, todos los méritos que pudiera tener se quedan en nada, y no se le puede poner más de un cinco. Como la primera impresión fue buena, me siento demasiado generoso para suspenderla, pero no cabe duda de que lo único que han hecho es filmarla de nuevo casi plano por plano.