Continuación de las locuras de estos inmaduros con mujer e hijos.
La película, igual que su predecesora, tiene un argumento totalmente nulo. Realmente pasa poco, y no deja de ser una sucesión de chistes y bromas que se van haciendo los unos a los otros. Hay poco aparte de eso.
Sin embargo, si la primera parte tenía la gracia suficiente para llegar al aprobado justo, aquí no pasa eso.
Los chistes malos superan con creces a los buenos. Hay pocos momentos que me hayan hecho gracia, tan solo lo del neumático y alguna que otra cosilla en la fiesta. Todo lo demás me parece patético y no solo es que no me cause risa, sino que más bien dan vergüenza ajena.
Escenas como la del ciervo (claramente digital, aunque hay que reconocer que no se nota demasiado), los estúpidos hermanos negros medio calvos, la ausencia de Rob Schneider (aunque no tengo claro si el conductor del autobús es otro actor haciendo el mismo papel) hacen que la película sea bastante inferior a la primera e incluso me parezca relativamente mala.
Además, no puedo dejar de darle una gran colleja a los dobladores. A pesar de no contar con voces de famosos, es pésimo. Primero por las voces de imbécil que le ponen al hijo del rubio o a los negros medio calvos. Supongo que en la versión original será algo parecido. Pero lo que me parece lamentable es la españolización de chistes. Hay referencias a Falete o a la niña Pastori. ¿Quién puede creerse que estos yanquis conozcan a esos personajes? La verdad es que queda fatal. Y si las referencias que hacen son de cosas norteamericanas que no conozcamos, ya podrían haberlo resuelto de otra manera.
Espero que no haya tercera parte.