¿Miedo a volar? Con películas como esta a uno se le quitan las ganas de coger aviones. Y eso que aquí no hay ni terroristas ni accidentes, pero a la bella Rachel McAdams le va a tocar pasarlo francamente mal.
La actriz y su compañero de reparto, un joven Cillian Murphy mucho antes de ser conocido por “Peaky Blinders”, lo hacen bastante bien. Los dos llevan de forma creíble sus papeles.
Wes Craven se aleja aquí del terror, para variar, aunque nos lleva a otro tipo de pesadilla mucho más real.
La película me parece buena y eficaz como thriller, pues además de mantener un buen nivel de tensión y un ritmo más que aceptable, cumple también con las preceptivas sorpresas del género.
Además, no se anda con rodeos. Tras una básica presentación de personajes, se vuelve una montaña rusa que no pierde el tiempo y entretiene bastante, con una duración muy ajustada. ¿Para qué iba a durar más, si cuenta lo que tiene que contar?
También la música y el montaje están bien. Parece que Craven no solo sabía hacer buen cine de terror. Bien por él y también por los actores.