Puede que el argumento sea flojo, pero Danny Boyle no deja indiferente a nadie. Creo que estamos ante el típico guion con poca enjundia que, como está en manos de un buen director, da lugar a una película cuanto menos entretenida. Creo que si la hubiera hecho otro, podría haber sido todo un bodrio.
Ayudan mucho a sacarla de la medianía, tanto la fotografía espectacular como el trabajo de DiCaprio, que prácticamente venía de dar su vida por Rose DeWitt Bukater en aguas más gélidas. Por suerte, el actor no fue flor de un día, y aunque “La playa” no sea una de sus mejores películas, ha tenido una gran carrera hasta hoy.
La francesa Virginie Ledoyen hace poco menos que lucir palmito, pero el papel de Robert Carlyle está muy bien. Ya había trabajado con Boyle en “Trainspotting” y supongo que el director vio su talento. Por desgracia, aquí sale demasiado poco, y eso que en el reparto aparece en las primeras posiciones.
Pues bien, aparte de la filosofía “hippie” y antisistema (mucho menos marcada que en la película de los “yonkis” escoceses), y de los bellísimos paisajes, poco más tiene esta historia. Quizás se pueda sacar la moraleja de que toda sociedad humana puede dar lugar a conflictos, independientemente de su tamaño o de sus principios éticos, pero tampoco se profundiza demasiado en ello.
En cuanto a la dirección “friki” de Boyle, no sé si es cutre o realmente genial, porque cosas como el momento videojuego (por llamarlo de alguna manera), están demasiado fuera de lugar, ya que aquí no está Ewan McGregor inyectándose heroína para tales alucinaciones, digo yo. Pero este hombre es así, muy peculiar narrando historias.
Ah, por cierto, tiene muy buena música el film. El tema de Moby “Porcelain” es espectacular. También conocí a la “girl band” inglesa “All saints” con su copla “Pure shores” gracias a esta playa. Es una canción lenta y cantada con cierta languidez, pero muy pegadiza y que me gusta bastante. Siempre digo que la música no original de una película no la hace más buena de por sí, pero si te regalan los oídos así, a nadie le amarga un dulce.
Está claro que no es la mejor de su filmografía (ni del actor ni del director), pero tampoco está muy mal. Le subo la nota al 6 por su particular estilo narrativo.
Lástima que esta playa esté tan lejos. Nos conformaremos con la costa del sol o el levante, que aunque no quepa la sombrilla, nos pilla más cerca.