La luna de miel de Shrek y Fiona pasa del idilio al mal rollo familiar cuando llega el momento de conocer a los padres de ella.
Esta segunda parte mantiene el nivel de humor, con muchas referencias divertidas a otras películas (tantas que sería muy largo nombrar) y añadiendo nuevos personajes de los cuentos, como el príncipe encantador (y su melena) o el hada madrina.
La película es tan graciosa y amena como la primera, con grandes momentos como la cena familiar o la secuencia final a ritmo de Bonnie Tyler. La adaptación del temazo “Holding out for a hero” que hacen aquí es absolutamente maravillosa (incluso en la versión doblada), y encaja a la perfección con las imágenes y la llegada al castillo de Shrek y sus amigos.
Por si fuera poco, tenemos a nuestro paisano Antonio Banderas dándole voz y vida al gato con botas, al que por alguna extraña razón decidieron darle acento andaluz en la versión española. Por momentos recuerda al zorro (nada es casual), y es adorable cuando pone esos ojitos, su arma más poderosa.
El film es todo un divertimento de Dreamworks, diseñado a la perfección para que se lo pueda pasar bien todo el mundo viéndola. Una gozada.

Y con esta breve opinión de “Shrek 2”, llego a mi crítica número 3000 en filmaffinity. Más de ocho años seguidos (aunque tengo alguna reseña esporádica anterior) escribiendo sobre absolutamente todo lo que veo, han dado para mucho. Espero que sean muchos más (años y críticas), porque pienso seguir en ello.