Es tan entretenida como suelen ser las películas de animación de aventuras.
La hace Dreamworks, que de esto saben bastante aunque siempre anden por detrás de Pixar en éxito, pero que al menos hacen más trabajos con personajes humanos.
Pero el que busque algo nuevo y original, no lo encontrará. El film es predecible y con personajes y situaciones que parecen sacadas de un molde. Todo lo que vemos en él se parece o me recuerda a otras películas, lo cual no tiene que ser necesariamente malo.
La historia de Simbad es divertida, y tiene el buen sabor de las aventuras fantásticas de toda la vida, recordándome básicamente a “Furia de titanes”. Y esto es curioso, porque más parece de mitología griega que de donde realmente viene (“Las mil y una noches”).
El dibujo y los movimientos están bastante bien, claro que es de las últimas que salieron en dos dimensiones. Las escenas de aventura están muy conseguidas.
Lo que no me gusta es el doblaje de los personajes principales. Es de la época en la que, por narices, ponían voces de famosos en lugar de a profesionales. Pero bueno, por lo menos no cantan en toda la película, lo cual me parece muy bien.
Pero a pesar de sus fallitos, es una película tremendamente divertida y que se puede ver varias veces, aunque sea un refrito de mil cosas con personajes cargados de clichés.