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España España · Córdoba
Voto de i42poloj:
7
Thriller. Intriga Danny Ocean (Clooney), Tess (Roberts) y su banda vuelven a formar equipo. Esta vez el golpe será múltiple: tres espectaculares atracos en tres lugares diferentes, Roma, París y Ámsterdam. En Ámsterdam, el premio es un Rembrandt. Mientras tanto, el propietario del casino de Las Vegas Terry Benedict (García), a quien Ocean y su banda robaron en una ocasión, no ha renunciado a vengarse de ellos. (FILMAFFINITY)
12 de agosto de 2016
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La banda aumenta, pero el doce del título es un poco engañoso, ya que Catherine Zeta-Jones, en su papel de inspectora de la Europol, no está que digamos en el bando de Danny Ocean. Supongo que cuentan a ella, porque el personaje de Vincent Cassel es un poquito más secundario.
Aparte de ella, nos encontramos con todos y cada uno de los personajes de la primera. Eso es un punto a su favor, pues si ya es difícil juntar a tantos actores conocidos, Soderbergh ha conseguido reunirlos por segunda vez.
Se mantiene el buen humor, los diálogos geniales, la química y un gran robo aparentemente imposible (bueno, en realidad son dos esta vez).
Algunas de las perlitas de sabiduría que sueltan estos ladrones en esta ocasión son:
“- ¡Es policía!
- No. Es inspectora.”
Tras ver una habitación muy desordenada, dice Brad Pitt: “¿Te ha poseído Atila?”
Esto creo que lo dice Saul o el personaje de Elliot Gould: “¿Y si os murierais con quién hablaría yo?”
Respecto al humor y el buen rollo entre estos actores, hay muchos guiños.
Tenemos a Matt Damon, que tras el éxito de “El caso Bourne” subió su caché, y aquí su personaje quiere participar más y no ser tan secundario. Esto da pie a una divertidísima escena en la que le gastan una broma con frases incomprensibles.
Luego tenemos a Tess, que por lo visto se parece muchísimo a Julia Roberts, cosa que la banda aprovecha para sus planes. Para colmo, la falsa Julia Roberts interpretada por Tess a quien da vida la propia Julia Roberts, se encuentra en el hotel de Roma con Bruce Willis. Estos momentos son realmente divertidos, y a Willis le dan caña por “El sexto sentido”. Me han parecido situaciones ingeniosas y muy cómicas.
El robo quizás es más complejo y variado que en la primera película, pero aun así me ha parecido un poquito inferior. De hecho, la película dedica más tiempo a las relaciones entre personajes, los diálogos y el humor que al robo en sí mismo, que al final lo ejecutan de forma bastante rápida y relativamente fácil.
Esta vez Soderbergh se vuelve un poco “friki” en la manera de narrar. El montaje es a veces raro porque se para el plano, o hay saltos en el tiempo que realmente lo único que hacen es jugar al despiste para que nos sorprendamos al final con la resolución. También ha elegido Soderbergh unas músicas bastante excéntricas que no siempre casan bien con las secuencias en las que se escuchan. Bueno, eso a excepción del ejercicio olímpico del zorro nocturno, donde sí me parece un tema musical bastante chulo que acompaña muy bien a la mejor escena de toda la película. ¡Pedazo de ejercicio físico que se marca aquí el poco agraciado y ya exmarido de Monica Belluci! Impresionante.
En resumen, la película mantiene el espíritu de la primera, pero con un poquito menos de todo. Donde más se nota es en el último tercio, donde hay un bajón de ritmo, cosa que no pasaba en la otra.
i42poloj
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