Parece que el tremendo éxito de la historia de las hermanas Elsa y Anna se extiende ahora al reino de Blancanieves.
En plena moda que hay ahora de adaptar cuentos clásicos en versiones modernas y para todos los públicos, se empeñan en estirar el chicle cuando aparentemente no había nada más que contar.
Así que para poder continuar con la historia del cazador (que tiene la cara de “Thor”), lo que han hecho es una mezcla entre precuela y secuela, algo parecido a lo que se hizo con “300”.
Eso sirve para poder recuperar a la reina Ravena (la espectacular Charlize Theron), lo cual es de agradecer (ni el espejo se creía que Kristen Stewart era la más bella).
Ahora le acompaña su hermana Freya, la reina de hielo. Me parece muy curioso que sea Emily Blunt, pues en casi todas las películas en las que la he visto (“Sicario”, “Al filo del mañana”, “Looper”) me ha parecido que sus personajes eran bastante fríos. Así que hacer de Freya le viene como anillo al dedo. ¿Por qué está siempre tan seria esta chica?
“Thor” está tan inexpresivo como siempre. Este actor de poco carisma, al menos sirve para hacer de héroe en el género de aventuras.
Blancanieves no sale. Solo la nombran, y desconozco el motivo de su ausencia, probablemente habrá sido por problemas con la actriz, ya que no tiene sentido que no aparezca aunque solo hubiera sido un poquito.
En su lugar tenemos a la prolífica Jessica Chastain, que vale mucho más que la paliducha de “Crepúsculo”, tanto como actriz como en ofrecer un personaje interesante.
La película no tiene mucha enjundia, más allá de ser un mero entretenimiento familiar que no emociona demasiado.
Creo que en el viaje que emprende el cazador para llegar a la fortaleza de la reina malvada, pasa demasiado poco. Bien podrían haber tomado ejemplo de películas de hace tiempo, que contaban con bastantes menos medios (“Willow”, por ejemplo) pero ofrecían mucha más aventura y fantasía que esto. La cosa se queda en poco más que un paseo tranquilo por el bosque.
Desperdician el potencial que tienen en efectos especiales (véase la reaparición de Ravena cual “T-1000”) y solo dan algo de espectáculo en el principio y el final, pero han descuidado toda la parte central con tiempos muertos y escenas de relleno. Al menos la presencia de los enanos aporta un toque cómico que es de agradecer. Me han resultado graciosos y con un humor algo mejor de lo acostumbrado con este tipo de personajes secundarios.
Eso sí, donde se sale es en el diseño de producción de vestuario y escenarios. Tanto en los vestidos de las hermanas como en los exteriores, se nota mucho más que si se hubieran esforzado un poco más en la acción y aventura, podría haber estado bastante mejor.
Aún así, en su conjunto, no queda demasiado por debajo de la original (lo cual no es decir demasiado), sobre todo teniendo en cuenta que es una nueva entrega forzada, que no tenía que haber existido al haberse cerrado la historia principal de Blancanieves. Cosas de Hollywood.