Como han dicho algunos Crimen Ferpecto es una película imferpecta. Comienza perfecta, sigue ferpecta y termina imferpecta, pero no desdeñable.

El planteamiento inicial es inmejorable. Guillermo Toledo, que no es santo de mi devoción, interpreta muy bien a su personaje. Tanto la secuencia introductoria como la que presenta al protagonista son originales, trepidantes y dignas de mención. Pero no sólo eso, yo creo que también es muy bueno el hecho desencadenante de la cinta y la forma en que NO se presenta al personaje de Mónica Cervera. Aquí espoileo un poco pero bueno, lo dejamos en esta parte. Me refiero al hecho de que su personaje aparece en segundo plano, como de fondo, con carita de pena, hasta que realmente cobra relevancia en la trama.

Es un personaje maravilloso y la actriz lo borda. Pese a su cara "ferpecta" consigue resultar entrañable y casi, casi atractiva en algunos momentos. Desgraciadamente la película no puede sostenerse sólo en ella y aunque es un personaje interesante y cargado de matices sufre una evolución que no siempre es creíble, al igual que la de Willy Toledo.

Que una chica como la que interpreta Cervera pueda sacar provecho de una situación como la que vive el personaje de Willy Toledo es una idea brillante . El problema es ¿cómo lo desarrollas después de eso? Un gran planteamiento que lleva a una indecisión sobre cómo desarrollarlo.

Y lo desarrolla de forma dubitativa, a veces realista, otras veces absurda, siempre excesiva, con energía y ritmo apoyando secuencias reiterativas. Secundarios que se apuntan al comienzo se abandonan por completo y aparecen otros personajes también episódicos.

Creo que la película se hubiera beneficiado de un enfoque más "realista" en la línea de "La comunidad". El tono surrealista que adquiere tiene gracia por momentos pero le vendría mejor a otras películas de De la Iglesia más adscritas al género fantástico. Esta sátira sobre el consumismo, la moda, las apariencias y las relaciones de pareja saldría ganando con un planteamiento más pegado a la realidad pero el estudio de personajes que pide la trama se realiza sólo a medias, apoyado en situaciones extravagantes que nunca interesan en la misma medida que aquellas en las que sí nos vemos reflejados.