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Voto de BelénLo:
9
2023
Rian Johnson (Creador), Rian Johnson ...
6,7
2.346
Serie de TV. Intriga. Drama
10 episodios. Charlie Cale es una trabajadora de un casino con una capacidad innata para detectar mentiras. Huyendo de su jefe dueño del casino, la joven viaja por los Estados Unidos y por el camino se encuentra con variopintos personajes y se dedica a resolver homicidios utilizando su don. (FILMAFFINITY)
22 de marzo de 2024
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.. como me enamoré en su momento de Colombo. En tiempo de remakes, precuelas, secuelas, reboots, y cualquier otro término que podría indicar que a nadie se le ocurre nada, Rian Johnson demuestra que él sabe homenajear a los clásicos (de la televisión) con respeto, imaginación y creatividad.
Y es que este es el mejor homenaje a Colombo de todos los tiempos, y no solo a Colombo, otras muchas referencias a televisión y cine aparecen salpicando Poker Face.
Pero no es una copia, ni un nuevo estirar el chicle, es partir de una idea similar para desarrollar algo completamente nuevo.
La estructura es la misma: un personaje dotado de una intuición infalible sobre quién es el culpable de un caso, y que acumula no pocos puntos interesantes como personaje per sé, se encuentra en cada capítulo con un asesino (al que el espectador ha visto cometer el crimen) e irá descubriendo, poco a poco, qué ha ocurrido.
El teniente Colombo (Peter Falk) es un detective de desastrado aspecto y comportamiento errático y Charlie (Natasha Lyonne) es una outsider dotada de una especie de súper poder que le hace detectar las mentiras intencionales, sin proponérselo. Su aspecto, su voz cavernosa y su imagen de acabar de levantarse se asemejan, pero no se copia nada.
Si en Colombo el protagonista era un policía de Los Ángeles que se enfrentaba con sospechosos siempre poderosos, o ricos o famosos, o todo a la vez y sus investigaciones se daban en el marco de grandes mansiones, despachos de grandes corporaciones, etc...; Charlie se desenvuelve mayoritariamente en escenarios de la América profunda: gasolineras en medio de la nada, bares de carretera, moteles de segunda...
Otro aspecto a tener en cuenta es la increíble nómina de actores de lujo que aparecen en cada capítulo aunque, como ocurrió en la serie original, la mayoría no se encuentren viviendo sus mejores momentos de fama, pero sí interpretativos: Adrien Brody, Ellen Barkin, Cloe Sevigny, Nick Nolte...
Pero lo realmente magnífico es lo inteligente de cada guión, el juego con el espectador sobre lo que sabe (o cree que sabe, porque hasta se le ha mostrado el asesinato) y lo que descubre; sobre cómo Charlie consigue enfangarse más y más las arenas movedizas de ser una investigadora aficionada, a la que no protege el departamento de policía.
Y si no estuviera ya enamorada de Rian Johnson, de Puñales por la espalda y de Peter Falk, ahora me he enamorado no solo de Poker Face, sino Natasha Lyonne, una actriz sin la que es muy difícil imaginarse Poker Face y que no puede intercambiarse por ninguna otra.
Y es que este es el mejor homenaje a Colombo de todos los tiempos, y no solo a Colombo, otras muchas referencias a televisión y cine aparecen salpicando Poker Face.
Pero no es una copia, ni un nuevo estirar el chicle, es partir de una idea similar para desarrollar algo completamente nuevo.
La estructura es la misma: un personaje dotado de una intuición infalible sobre quién es el culpable de un caso, y que acumula no pocos puntos interesantes como personaje per sé, se encuentra en cada capítulo con un asesino (al que el espectador ha visto cometer el crimen) e irá descubriendo, poco a poco, qué ha ocurrido.
El teniente Colombo (Peter Falk) es un detective de desastrado aspecto y comportamiento errático y Charlie (Natasha Lyonne) es una outsider dotada de una especie de súper poder que le hace detectar las mentiras intencionales, sin proponérselo. Su aspecto, su voz cavernosa y su imagen de acabar de levantarse se asemejan, pero no se copia nada.
Si en Colombo el protagonista era un policía de Los Ángeles que se enfrentaba con sospechosos siempre poderosos, o ricos o famosos, o todo a la vez y sus investigaciones se daban en el marco de grandes mansiones, despachos de grandes corporaciones, etc...; Charlie se desenvuelve mayoritariamente en escenarios de la América profunda: gasolineras en medio de la nada, bares de carretera, moteles de segunda...
Otro aspecto a tener en cuenta es la increíble nómina de actores de lujo que aparecen en cada capítulo aunque, como ocurrió en la serie original, la mayoría no se encuentren viviendo sus mejores momentos de fama, pero sí interpretativos: Adrien Brody, Ellen Barkin, Cloe Sevigny, Nick Nolte...
Pero lo realmente magnífico es lo inteligente de cada guión, el juego con el espectador sobre lo que sabe (o cree que sabe, porque hasta se le ha mostrado el asesinato) y lo que descubre; sobre cómo Charlie consigue enfangarse más y más las arenas movedizas de ser una investigadora aficionada, a la que no protege el departamento de policía.
Y si no estuviera ya enamorada de Rian Johnson, de Puñales por la espalda y de Peter Falk, ahora me he enamorado no solo de Poker Face, sino Natasha Lyonne, una actriz sin la que es muy difícil imaginarse Poker Face y que no puede intercambiarse por ninguna otra.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
De cada uno de los capítulos se podría hablar largo y tendido, pero no me resisto a desctacar el de Nick Nolte (El síndrome de Orfeo), donde sospecho que existe una referencia bastante clara a la, turbia, experiencia de Johnson con Industrial Light & Magic.
Tampoco puedo dejar de mencionar el penúltimo episodio "Huyendo de la montaña de mierda" y su misterio de personajes encerrados, aislados por la nieve, entre Diez Negritos y el Asesinato en el Orient Express...
Tampoco puedo dejar de mencionar el penúltimo episodio "Huyendo de la montaña de mierda" y su misterio de personajes encerrados, aislados por la nieve, entre Diez Negritos y el Asesinato en el Orient Express...