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España España · L'Olleria ( Valencia )
Voto de Grijander:
4
Fantástico. Aventuras. Drama En un mundo asolado por los pecados humanos, Noé, un hombre pacífico que sólo desea vivir tranquilo con su familia, recibe una misión divina: construir un Arca para salvar al mundo del inminente diluvio. Todas las noches tiene una pesadilla recurrente en la que puede ver la catástrofe provocada por ese diluvio, pero después el sueño termina con la reaparición de la vida en la Tierra. (FILMAFFINITY)
5 de abril de 2015
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Noé es una adaptación libre de la historia de ese tipo que construyó un arca y se llevó a los animalicos con él. Enfocada desde un punto de vista muy personal.

Darren Aronofsky dirige Noé. Llevaba tiempo gestándose en la cabeza del director de origen hebreo la historia de un Noé cruel, despiadado, devoto hasta niveles homicidas y con una inteligencia bastante limitada en lo referente a aquello del pensamiento libre. De ahí nace un guion en el que su particular, macabra y (en mi opinión) bastante acertada visión de Noé sirve de base para construir un relato que trabaja a lo grande desde el principio. No hay nada que se quede pequeño en la película y, por supuesto, Aronofsky no se permite ir con medias tintas, básicamente porque nunca lo ha hecho. Destacable a nivel positivo en Noé, encontramos un CGI que es un verdadero escándalo, sobre todo cuando nos percatamos del alto porcentaje de imágenes de las que vemos en pantalla que han sido generadas en pantallas de ordenador. En lo negativo, por desgracia, hay bastantes cosas que destacar: falta de ritmo, personajes más bien pobres, batallas interiores con mucha chicha pero poco desarrollo y, sobre todo, un último tercio de película en el que coinciden todos los defectos para cargarse, de forma definitiva, lo que tenía mimbres para haber sido una gran película y no quedarse con el cartelito de película grande.

El reparto es la leche, eso sí. Russell Crowe brilla convertido en un Noé que toma prestadas muchas cosas de su memorable Máximo Décimo Meridio (Gladiator, Ridley Scott, 2000). Jennifer Connelly demuestra que es una grandísima actriz en lo que a dramones se refiere, algo de lo que su personaje va empapado casi desde el principio. Douglas Booth es (o yo al menos así lo interpreto) el tercer cabeza de cartel con un trabajo que gana mucho cuando su personaje da un paso al frente. Logan Lerman, pese a permanecer mucho tiempo en pantalla, está un poco como quien ve llover y en ningún momento se le dan oportunidades para demostrar si la cosa va bien o mal y, en cierto modo, él se queda en su círculo de tranquilidad sin asumir riesgos. Emma Watson se desempeña con la irregularidad como bandera, dejando momentos de impresionante calidad, asociados a las grandes escenas, y otros en los que llega a resultar bastante incómodo ser espectador de sus maneras. El joven Leo McHugh Carroll pasa totalmente desapercibido, demostrando una importante dosis de indiferencia mostrada por Aronofsky de cara a la gran mayoría de los personajes. Ray Winstone, con una interpretación muy seria y con más madera de villano de lo que a priori evoca su personaje y Anthony Hopkins, con su simple presencia, cierran el reparto principal.

Resumiendo: Noé acaba siendo una superproducción tan resultona como incapaz de tender puentes con el espectador. El poco interés que muestra en los personajes secundarios (de los que solamente interesan ligeramente Sem y Tubal) acaba dejando imperfecto el retrato de su protagonista, al que se describe con energía desde dentro descuidando que somos todo aquello que nos pasa.
Grijander
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