Pitch Black fue un pelotazo en Estados Unidos que apenas tuvo repercusión en Europa al principio, hasta que su secuela (Las crónicas de Riddick) se hizo tan conocida que "obligó" a los espectadores a ver de dónde venía Riddick.

David Twohy escribe (junto a Jim y Ken Theat) y dirige (en solitario) Pitch Black. Twohy es un gran amante de la ciencia ficción contada desde historias extrañas, como puede observarse en su filmografía. En pitch Black, Twohy utiliza todos los medios de los que dispone para crear un planeta que queda definido perfectamente con pocas imágenes y gracias a los comentarios de los personajes. El problema en Pitch Black, a mi parecer, es que la película carece del ritmo que sí tiene la historia, puede que por los constantes bajones que pega cuando intenta definir a los personajes. Lo peor es que dicha definición no llega a concretarse y nadie, salvo Riddick, se sale de la contrucción básica del personaje de apoyo. Eso conlleva que, al final, Pitch Black sea algo bastante parecido a un slasher, pero con diferente enfoque. Al no quedar bien confeccionada la parte que trata de meter miedo y estar los personajes tan vacíos, la historia se desarrolla solamente como presentación (a la postre) de Riddick y va siendo aliñada con algunas escenas interesantes que terminan demasiado pronto.

Vin Diesel consigue su primer gran papel. Tras protagonizar Strays (película que él mismo dirigió) y aparecer en Salvar al soldado Ryan, el actor se pone en la piel de un personaje carismático que, sin embargo, peca (por guion) de gustarse demasiado. El famoso "Toretto" de A todo gas está muy correcto, eso sí que debe decirse. Muy notable es el trabajo de Radha Mitchell, que consigue dar vida al personaje gracias a su expresividad, lo que se agradece mucho teniendo en cuenta su escasa vida interior. Cole Hauser no está al nivel de los dos protagonistas, aunque aprueba en términos generales con un trabajo que se amolda bien a las pobres exigencias del guion. Keith David, totalmente masacrado por el personaje más plano de todos (por mucho que nos lo vendan como superficial), se tambalea por la película al son de frases absurdas que salen de su boca a chorros. La joven Rhianna Griffith cumple bien en su rol de "protagonista encubierta".

Resumiendo, que es gerundio: Pitch Black es una extraña producción que extiende sus redes para abarcar muchos géneros y pasa de puntillas sobre todos ellos, dejándose caer finalmente en una mezcla de ciencia ficción de pocas posibilidades y slasher común. Habrá a quien le guste por su originalidad y habrá otros, como por ejemplo yo mismo, a quienes la película no les diga nada y, por momentos, lleguen a aburrirse.