Haz click aquí para copiar la URL
España España · L'Olleria ( Valencia )
Voto de Grijander:
8
Intriga. Drama. Terror Producción realizada para la televisión que narra la progresiva angustia de un hombre (López Vázquez) que se queda atrapado en una cabina telefónica. Lo que en principio parece un contratiempo sin trascendencia, se convierte poco a poco en una situación tan inquietante y terrorífica que provoca en el hombre una desesperación y una angustia sin límites. (FILMAFFINITY)
1 de agosto de 2012
Sé el primero en valorar esta crítica
Antonio Mercero y José Luis Garci querían hacer algo así como una serie con cortometrajes cercanos al cine de terror y, aunque el proyecto no llegó a fructificar, sí que tuvimos la gran suerte de ver alguno de sus episodios, como La cabina.

Antonio Mercero y José Luis Garci se unen para realizar uno de los trabajos más premiados del cine español de todos los tiempos o, al menos, de los más premiados en distintos lugares del planeta. El mediometraje La cabina es un ejercicio de tensión, de los que a penas te deja respirar. Tras un arranque en el que se combinan las primeras pinceladas de angustia del protagonista con varias situaciones cómicas que están claramente destinadas a criticar algunos de los servicios públicos del país, Mercero empieza a centrar la cámara cada vez más en el protagonista, mostrándonos las fases que atraviesa éste, desde la vergüenza por estar viviendo una situación tan absurda (a priori) hasta la desesperación final viendo que lo surrealista se ha convertido, para él, en una auténtica pesadilla.

José Luis López Vázquez protagoniza la película casi en solitario. El resto de personajes son solamente complementos, salvando tal vez al interpretado por Agustín González. José Luis López Vázquez da una lección magistral de interpretación. Comedia, terror, suspense, mímica... de todo. Cuando Mercero y Garci pensaron, estando en lo alto de la Estatua de la Libertad, que López Vázquez era el actor idóneo, no se equivocaron. Sobre su expresividad recae gran parte del peso del telefilm y el actor madrileño se encarga de hacer algo impresionante: estando él solo en pantalla, consigue hablar sin hablar pero, además, logra dar a entender lo que piensan los curiosos que se encuentran alrededor de la cabina al principio. Magistral, el maestro.

Resumiendo, que es gerundio: La cabina es un mediometraje asfixiante que acierta en todo lo que propone, desde su corta duración hasta el desarrollo de su "único" personaje, pasando por la larga transición que parece no tener final en la que el camión se dirige a un destino que el espectador y el protagonista desconocen y que, por el camino, va dejando pinceladas de lo que, poco después, será un gran final.
Grijander
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow