Quinta "secuela" de 'American Pie' que se convierte (a falta de ver la siguiente) en la mejor de todas tras la desaparición de Jason Biggs y compañía.

Andrew Waller debuta en la dirección con la sexta parte de 'American Pie', esa saga que vio como en 'Band Camp' se le asestaba una puñalada mortal pero supo reinventarse. 'Fraternidad Beta' es la mejor de las "nuevas", y sería injusto darle menos de un cinco por el hecho de que no llegue al nivel de '¡Menuda Boda!' (sobretodo porque más que secuelas, cada parte es una especie de spin-off), que fue la tercera de las míticas y la más flojita de las tres. En esta sexta parte se nota la mano de Adam Herz en los personajes, volviendo a darles vida propia (algo que no consiguió ni de lejos en la cuarta). Los chistes vuelven a estar tan bien encajados como en los mejores tiempos, gracias a la muy eficiente dirección de Waller que aprovecha también los homenajes del guión a otras películas para lucirse, especialmente en la escena de 'El cazador', que recrea con genialidad. Por otra parte, la película desprende cierto aroma a lo que es ya un subgénero: la comedia bruta romántica. Siempre, al terminar de ver una comedia romántica pienso: ¿y si ahora uno de los dos es un cabrón, y en la película solo hemos visto la parte buena? Pues lo que pasa entre la quinta y la sexta entrega de 'American Pie', dice que todos deberíamos pensarlo, y pensar que un final feliz en una película no tiene por qué ser un final feliz de la historia.

Aunque la cabeza del cartel es para John White, el verdadero protagonista es Jake Siegel. White está muy acertado tanto en la parte cómica como en la romántica, pero Siegel logra recordarnos al gran 'Steve Stifler', aunque de una forma más moderada. Una actuación brillante (dentro de lo que se ve en el género) la de Siegel, que crece aún más que su personaje. Steve Talley está acertado en una subtrama propia, y Eugene Levy vuelve a estar en el lugar que le corresponde, desgranándose más cosas sobre su loca juventud, en lo que yo veo como un acierto. Mejor eso que meterlo a presión, desde luego.

Resumiendo, que es gerundio: En la quinta entrega se notó ya una gran mejoría y en la sexta acaba de confirmarse. Muchos gags de carcajada, pero sin llegar a pasarse. Un reparto acertado y un guión simplón pero eficiente, hacen de 'Fraternidad Beta' una película que por momentos puede incluso disfrutarse