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España España · L'Olleria ( Valencia )
Voto de Grijander:
3
Ciencia ficción. Fantástico. Terror. Comedia Cuando el alguacil Charlie McFadden está a punto de destruir los dos últimos huevos de Critters, recibe un mensaje en el que se le prohibe exterminar a una raza. Sus órdenes son depositar los huevos en un transbordador espacial, pero Charlie se queda dentro, vagando a partir de entonces por el espacio... (FILMAFFINITY)
5 de abril de 2014
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
La cuarta y, al menos hasta el momento, última entrega de la saga Critters nos lleva al espacio y a un futuro bastante lejano en el momento del estreno de la película. El mismo argumento ha condenado al fracaso a más de una secuela de alguna que otra gran saga del cine de terror.

Rupert Harvey dirige Critters 4 y lo hace con muy poca gracia. El guion de Joseph Lyle y David J. Schow (tomando como referencia una historia del propio Harvey y del productor Barry Opper) coloca a unos personajes deprimentemente básicos en una nave espacial y hace que salten chispas entre ellos para dar algo de chicha a la historia. Un capitán cabronazo, un jovencito misterioso, una chica guapa, un listillo con gafas y un quinto personaje destinado, en principio, a hacer bulto. Con esa base, Harvey simplemente deja que los viajeros (cazarrecompensas, loquesean) se encuentren con los erizos intergalácticos y ahí ya pues lo de siempre: mordiscos, Charlie haciendo de mesías y una guerra humanos vs critters. Harvey, cuando ya ha pasado lo que tenía que pasar, no se calienta la cabeza y nos deja un trabajo inexistente. Si tengo que explicar lo de inexistente (aunque no creo que sea necesario), diré que lo es, simplemente, porque el director no hace absolutamente nada más allá de proporcionar metraje básico para llenar la película sin aportar nada positivo.

Paul Whitthorne protagoniza la película y no lo hace del todo mal. Los secundarios están encabezados por Angela Basset (antes de su gran papel interpretando a Tina Turner), con un trabajo bastante forzado por momentos, aunque se podría decir que llega al aprobado en el cómputo global. Brad Dourif, quien pusiera voz (y muchas otras cosas) a Chucky, el muñeco diabólico, está acertado en plan listillo-cabrón. Eric Dare está tenso y no logra dar un mínimo de vida a su personaje. Anders Hove es, sin duda, el más sobreactuado de todos. Don Opper sigue siendo el rey de la saga Critters.

Resumiendo: Critters 4 cierra la tetralogía de los erizos disparapúas con un nivel inaceptable. Tras el leve resurgir de la saga en la tercera entrega, la cuarta confirma que era el último coletazo de una saga que había sido herida de muerte en su segunda película. Una buena primera película y tres malas secuelas forman esta mítica saga
Grijander
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