Steven Spielberg se tomó con Hook la libertad de escribir la historia de Peter Pan después de su salida de Nunca Jamás. Algo que, bajo otro nombre, no hubiera llegado jamás al cine. Pero claro, quien manda, manda.

Steven Spielberg ha sido acusado de blando, oportunista y un sinfún de cosas más a lo largo de los años. Sin embargo, se le recordará como uno de los mayores nombres de la historia del cine por su contribución en incontables facetas del séptimo arte. Aquí Spielberg nos presenta una película infantil de esas que también gustan a los mayores. Y es que en Hook sucede algo que siempre es mérito del director: la película se hace corta pese a durar dos horas. Hay un guion atractivo que Spielberg, con su habitual capacidad para enganchar emocionalmente al espectador, se encarga de poner en escena de forma fabulosa. Aunque no deja de ser una historia para niños, también es, en cierto modo, un cuento para adultos. Por otra parte, una superproducción de este tamaño puede permitirse el lujo de utilizar unos decorados impresionantes y gozar de un vestuario deslumbrante que acerca al más incrédulo a Nunca Jamás. Y además está John Williams, ese hombre eterno que tantas y tantas horas de gloria musical ha regalado incluso a los que no conocen su nombre.

El papel de Peter Pan era en principio para Michael Jackson (no es coña), quien dijo a su buen amigo Steven Spielberg que no quería interpretar a un Peter Pan que había perdido lo mejor de sí: su niñez. Bendita providencia, cayó el papel en manos de Robin Williams, siempre acertado en este tipo de personajes a los que puede añadir tantos detalles de esos que guarda en su enorme repertorio. Dustin Hoffman, otro caballo ganador, interpreta al Capitán Garfio y lo hace entendiendo a la perfección lo que se pide de él en una película de estas características. Bob Hoskins y Julia Roberts completan el reparto principal, haciendo él un trabajo realmente divertido y ella... bueno, pasable, tiene buenas piernas (aun a día de hoy). La siempre espectacular actriz Maggie Smith sirve de hilo conductor con esa naturalidad que la caracteriza intepretando cualquier registro. De los niños, destacar a Amber Scott y Charlie Krosmo (los hijos de Peter) y decir que el menos acertado es Dante Brasco. Por último, hablar de los peculiares cameos de Phil Collins (como policía) y Glenn Close (como pirata).

Resumiendo, que es gerundio: Hook es una demostración de lo que es el buen cine familiar. Ese que los padres pueden ver con sus hijos y disfrutarlo tanto como ellos. Sinceramente, pese a que no es el mejor cine que existe, en mi opinión deberían volver a hacerse películas como estas, de las que sentaban a toda la familia ante el televisor.