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España España · L'Olleria ( Valencia )
Voto de Grijander:
7
Comedia. Drama Karol ama profundamente a Dominique, pero ella lo abandona debido a que él sufre un problema de impotencia. Entonces decide volver, con su amigo Nikolai, a su Polonia natal. (FILMAFFINITY)
15 de mayo de 2012
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tres colores: blanco es la segunda película de la aclamada trilogía de Krzystof Kieslowski con los nombres de la bandera francesa y su lema: libertad, igualdad y fraternidad.

El director polaco Krzystof Kieslowski hace en Blanco un trabajo bastante menos denso que en Azul. No puede decirse que haga una película ligera, porque de hecho su trabajo podría patear el culo a un ejército entero de "almodovars", pero sí es cierto que en esta segunda parte nos cuenta una historia mucho más definida y, aunque los personajes siguen siendo pieza clave en el engranaje que hace funcionar el conjunto, sí es cierto que se ponen a la altura de los sucesos. Kieslowski sigue trabajando el color de forma fabulosa y muestra con el blanco lo que viene a significar el conjunto de todo, la igualdad y, de nuevo formando una paradoja, nos enseña que el concepto llevado al extremo, da un giro de 180º y se convierte en lo contrario de lo que se busca. El director polaco nos cuenta, en cierta manera, cómo puede alguien intentar ser igual a otro y, cunado lo consigue, ambiciona superarle. No obstante, a pesar de la lucha del protagonista por alcanzar su meta, Kieslowski abre el debate gracias, en esta ocasión, a un sentimiento: el amor, dejando la pregunta de "¿qué es más fuerte?"

Zbigniev Zamachowski, reconocido y premiadísimo actor de teatro polaco, se mete en la piel de un hombre con la suerte en contra. La interpretación de Zamachowski es soberbia, ya que consigue mostrar algo muy difícil: al tipo que logra renacer de sus cenizas para darse cuenta de que nada de lo que tiene es importante para él y que era más feliz siendo un tipo triste. Muy importante es el trabajo de Janusz Gajos, quien consigue formar una pareja con Zamachowski tan extraña como bien avenida gracias a una interpretación llena de matices. Julie Delpy cierra el reparto principal con otra interpretación memorable. La actriz, directora, guionista, cantante e icono sexual se mete de lleno en su personaje y consigue darle vida y hacer que reaccione ante cualquier estímulo haciendo que la actuación se contruyo gracias a los detalles.

Resumiendo, que es gerundio: aunque Blanco es una gran película, tiene un buen guion, unas interpretaciones excelentes, una dirección sólida y con las ideas claras, una fotografía majestuosa y una banda sonora muy notable, está un paso por detrás de Azul, tal vez porque lo que gana en ritmo lo pierde en intensidad.
Grijander
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