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España España · L'Olleria ( Valencia )
Voto de Grijander:
7
Romance. Drama Años 60. Johnny Castle (Patrick Swayze) es un experto profesor de baile y un amante consumado. Por su parte, Baby Houseman (Jennifer Grey) es una aburrida e inocente adolescente de 17 años. Un verano se conocen en el balneario donde él trabaja. Aunque pertenecen a clases sociales muy distintas, cuando la música suena y bailan al ritmo del dirty dancing, las diferencias que los separan desaparecen. (FILMAFFINITY)
2 de marzo de 2011
20 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
Icónica película de los 80 que arrasó en taquilla y que es uno de los mayores exponentes del género chulo-niña buena. Denostada por muchos por su simpleza, esta obra es, pese a quien pese, todo un clásico, para bien o para mal.

Emile Ardolino no dirigió demasiadas películas en su carrera, debido a su temprana muerte a causa del sida, pero nos dejó a todos un mito como 'Dirty Dancing'. Los más rudos del lugar o los cinéfilos más clásicos, dirán de esta película que es mala, y probablemente tengan razón. Lo que sucede es que, como la crítica es mía y yo soy más bien blandengue y veo todo tipo de películas, pues tengo todo el derecho del mundo a decir que me gusta... y a dar mis argumentos. Ardolino no hizo una película potente ni con un gran montaje, pero sí hizo una obra magistralmente coreografiada y musicalizada. No hay canción en la película que no sea digna de recordar. Aparte de eso, cabe destacar que la puesta en escena es más que acertada y que consigue, a poco que uno se esfuerce, hacer creible la historia, gracias en parte a la química entre sus dos protagonistas.

Patrick Swayze subió el escalón definitivo tras 'Norte y Sur' con esta película, y lo hizo gracias a su fantástica preparación del personaje. Según los que saben (yo ni zorra, pero comparto la idea), Swayze demuestra en la película que es un gran bailarín y que su fama en esa materia (estudió ballet) es bien merecida. En lo que se refiere puramente a su actuación, el actor está bastante correcto, aunque no es cierto que no es su mejor papel. Jennifer Grey es la otra mitad, y está sobresaliente. Es la encargada de crear la química de la pareja y el eslabón que une toda la película haciendo de ella un bloque sólido. En la última escena, Grey se sale, dando la impresión de haber vivido el papel como si fuese la vida misma. Jerry Orbach, en el papel de padre clásico y malhumorado, cumple con solvencia.

Resumiendo, que es gerundio: película admirada por la chiquilleria y por los nenazas como yo y denostada por quien solo quiera ver padrinos, bogarts y scorsesadas. Tal vez el hecho de que sea una película mítica de mi infancia influye, aunque hay veces que con el paso del tiempo te caen los mitos. Este no es el caso. De hecho, ahora la disfruto más.
Grijander
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