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España España · L'Olleria ( Valencia )
Voto de Grijander:
7
Thriller. Acción. Intriga Neil McCauley (Robert De Niro) es un experto ladrón. Su filosofía consiste en vivir sin ataduras ni vínculos que puedan constituir un obstáculo si las cosas se complican. Su banda la forman criminales profesionales tan cualificados que pueden incluso impresionar al detective Vincent Hanna (Al Pacino), un hombre que vive tan obsesionado con su trabajo que llega a poner en peligro su vida sentimental. Cuando la banda de McCauley prepara ... [+]
6 de marzo de 2012
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Sabéis lo que hizo Robert Rodríguez? Con cuatro duros hizo El mariachi y, cuando tuvo pasta a su disposición, se montó un remake a lo grande con estrellas de Hollywood y lo tituló Desperado. Corría el año 1995 y no muy lejos de allí otro hombre estaba haciendo algo parecido.

Michael Mann dirigió Corrupción en Los Angeles en 1989. La cinta tenía una duración de hora y media más o menos y estaba destinada a ser el episodio piloto de una serie que finalmente no llegó a realizarse. Seis años después, Mann había triunfado con El último mohicano y tenía el mundo a sus pies, con lo que no le costó tanto trabajo que una productora financiara una producción con muchos ceros en la factura.

Heat es una película que tiene aires de clásico. Aunque Mann echa mano de varios convencionalismos en el guion, lo cierto es que toma como referencia las grandes películas del cine policíaco y los buenos thrillers. Eso podría llevarnos a pensar que el resultado es excelente, pero no es el caso. Heat tiene un guion lleno de detalles, pero deja varios errores por el camino que no pasan desapercibidos. Sus dos personajes principales, que se nos describen como dos mentes brillantes, van en más de una ocasión por detrás del espectador y, claro, ahí salen a relucir las vergüenzas de Michael Mann. No obstante, el director se aplica en dos de las facetas más importantes en una película: la construcción de los personajes y la ejecución de las escenas. En el primer apartado, Mann nos presenta a dos protagonistas que no son solamente dos monigotes moviéndose por la inercia de una única motivación, sino que tienen problemas más allá de la linea principal de la película. En el segundo aspecto, Mann hace lo que muchos (entre los que creo que me incluyo) piensan que mejor se le da, que es el espectáculo con balas, explosiones y coches en persecución. En la retina del espectador queda el tiroteo que comienza en el banco y atraviesa la ciudad, rodado con nervio y cuyo resultado es espectacular.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Grijander
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