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España España · L'Olleria ( Valencia )
Voto de Grijander:
9
Cine negro. Intriga. Thriller En la ciudad de Los Angeles un agente de una compañía de seguros (Fred MacMurray) y una cliente (Bárbara Stanwyck) traman asesinar al marido de esta última para así cobrar un cuantioso y falso seguro de accidentes. Todo se complica cuando entra en acción Barton Keyes (Edward G. Robinson), investigador de la empresa de seguros. (FILMAFFINITY)
8 de noviembre de 2011
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Perdición es la primera gran película de Billy Wilder, uno de los mejores directores que ha dado la historia del cine. Una película intensa, compleja y cocinada a fuego lento que sienta las bases de un género propio y que tiene un estilo narrativo apabullante que enseña cómo contar una historia con un gran final sin esconder absolutamente nada en ningún momento.

Hablar de Billy Wilder en una crítica de cine es como contarle a una canasta de qué era capaz Michael Jordan. El director nacido en la actual Polonia fue uno de los primeros en asegurarse un lugar privilegiado en el Olimpo de los cineastas y allí ocupa ahora uno de los sillones más cómodos, imagino, dada su importancia en el tema. En Perdición, Wilder hace gala por primera vez de los métodos que tanto le sirvieron tiempo después en su cine: narración limpia, personajes fuertes y final controvertido. Además, el director obra con maestría en el arte de la planificación de escenas y de los cambios de cámara para ofrecer al espectador siempre lo que éste pide, logrando un recorrido a través de la película del que es imposible salirse ya que está tan perfectamente dibujado que uno solo tiene que sentarse a mirar para ser conducido hasta el desenlace. El guion (adaptado), absolutamente magistral del propio Wilder en colaboración con Raymond Chandler, no debe esquivar los baches que se le presentan ya que es capaz de allanarlos con una naturalidad pasmosa utilizando como bazas a los personajes y sus bien construidos cometidos.

Fred MacMurray es un actor de estos clásicos de toda la vida, de los que llevan sombrero y encienden las cerillas con los dedos sin apartar la mirada de los ojos de su compañero de escena. MacMurray tuvo muchas virtudes en el cine, pero si hay una que destaque por encima del resto es, sin duda, su versatilidad y su enorme capacidad para destacar en todos los géneros. Barbara Stanwyck interpreta a una femme fatale que es de las más conocidas en la historia del cine por tres motivos: la fantástica definición del personaje, su brillante recorrido oculto y la insuperable interpretación de Barbara Stanwick. Edward G. Robinson, como secundario, aguanta el pulso a los dos protagonistas gracias al tesón de una interpretación basada en que el actor entiende perfectamente cada detalle de su personaje.

Resumiendo, que es gerundio: Perdición es una obra maestra del cine de esas que uno no se cansa de ver. Es imposible no disfrutar una y otra vez de los soberbios diálogos y de las potentes escenas que componen la película de principio a fin y que se graban a fuego en la mente del espectador. Maravillosa.
Grijander
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