Una película de acción que cumple en lo básico del género: aportar buenas dosis de violencia y disparos. Pero se queda ahí. La trama es vacua aunque intente tratar una historia tan seria como es el trasfondo de África y todo el mal que azota a la mayoría de países del continente: contrabando de minerales, guerras civiles continuas, pobreza, explotación del primer mundo...

El torpe guión lastra esas buenas intenciones y la desembocadura final es de auténtica locura, eso sí, bien filmado por la mano experta en acción de Pierre Morel (Venganza). Y al venirnos a la mente el nombre de este director pienso que esto se quería edificar como una nueva Taken, aprovechando el éxito que tuvo la cinta de Neeson. Pero al final se comprueba que no tod el monte es orégano. Tiene un gran reparto con buenos actores que no están aprovechados: el protagonista es un atormentado y perseguido Sean Penn (Yo Soy Sam), Javier Bardem (Antes que Anochezca) no se ve cómodo en su papel casi desde el minuto 1, Mark Rylance (El Puente de los Espías) no cumple las expectativas en su rol, Ray Winstone (Noé), Idris Elba (Pacific Rim) y Jasmine Trinca (La Habitación del Hijo) se dejan ver y cumplen lo necesario.

The Gunman queda reducida a sus buenas escenas de acción y al músculo de su protagonista, pero cuando se adentra en la profundidad de la historia y lo que desea narrar es torpe y por momentos insultante. La complejidad moral queda tapada por un guión que por sí mismo no se cree lo que narra y que deja sus buenas intenciones enterradas bajo la capa de falsa humanidad que muestra.