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Voto de Argoderse:
6
Acción. Aventuras. Thriller James Bond recibe un críptico mensaje del pasado que le confía una misión secreta que lo lleva a México D.F. y a Roma, donde conoce a Lucía Sciarra, la hermosa viuda de un infame criminal. Bond se infiltra en una reunión secreta y descubre la existencia de una siniestra organización conocida como SPECTRE. Mientras tanto, en Londres, el nuevo director del Centro para la Seguridad Nacional cuestiona las acciones de Bond y pone en duda la ... [+]
3 de noviembre de 2015
6 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Vuelve Bond, James Bond. Y lo hace para enfrentarse al villano de villanos: Ernst Stavro Blofled, más conocido como Franz Oberhauser, la pieza clave de Spectre y el final del camino de Daniel Craig como el mítico 007 después de los aperitivos de Casino Royale, Quantum of Solace y Skyfall.

A los mandos de la vigesimocuarta entrega, Sam Mendes, un seguro en la dirección que deja patente su talento en esos diez primeros minutos brutales con un plano secuencia por el que ya merece la pena pagar la entrada. La película es una especie de resumen de despedida de un actor, Daniel Craig, que le ha dado otro enfoque al personaje de Bond -influenciando desde luego por Jason Bourne- y que aquí vuelve al clasicismo que ha caracterizado al espía de siempre.

Y también es una especie de hermano pequeño de la última entrega de Misión Imposible, aún a sabiendas de que las comparaciones son odiosas. Y ello por varias razones. Primero, ambos espías parecen enfrentarse a la misión definitiva contra una organización y villano que amenaza el orden mundial. Segundo, lo hacen desafiando la autoridad de sus superiores con el apoyo de unos colaboradores necesarios y amigos dentro del servicio secreto. Tercero, coquetean con la muerte en más de una ocasión, aunque siempre salen indemnes y prácticamente ilesos de tanto golpe. Cuarto, su organización de espionaje está al borde de la desaparición por estar anticuada o ser inservible -de esto se ocupará un esbirro como Andrew Scott-. Y quinto -aunque podrían encontrarse más semejanzas- no hay mujer que caiga rendido a los encantos de ambos agentes.

Y aún siendo ligeramente inferior a la cinta protagonizada por Cruise, Spectre logra entretener a pesar de su excesiva duración. Eso se consigue no solo con planos secuencias y mucha acción, sino dando más continuidad a la saga con mayor aportación de secundarios y rescatando algunos elementos de Quantum of Solace.

Además, el trabajo de Mendes es un guiño al Bond clásico, más señorial e igual de duro. Sin olvidar ese trabajo de Thomas Newman al frente de la música que logra solventar la alargada sombra de Adele en Skyfall -el tema principal de Sam Smith apenas tiene gancho y Newman tiene que salir al rescate-.

Eso, sumado a una fotografía más que decente y a esos momentos de acción bien ejecutados por Mendes, sirve de colofón a la despedida de Craig como Bond, James Bond. Pero como todo en esta vida continúa, el martini, agitado, pero no revuelto, los trajes impolutos y sin arrugas, las chicas Bond y los coches última generación seguirán ahí donde el británico los ha dejado. Siempre al servicio secreto de de Su Majestad.

Más datos sobre esta y otras películas en el blog: http://argoderse.blogspot.com.es/
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