Agárralo Como Puedas, Mafia! Estafa Como Puedas, Con El Arma a Punto, Aterriza Como Puedas, Spaceball, Top Secret, Scary Movie... Si eres de los que suelen disfrutar con este tipo de películas lo más seguro es que ya conozcas la saga Hot Shots; si por el contrario aún no la has visto, me parece que ya estás tardando, pues sus dos películas son referencias ineludibles para todo aquel que se considere seguidor del humor absurdo y paródico al más puro estilo Abrahams/Zucker.

En esta ocasión, las parodias van desde Rocky, a Superman, pasando por otras cuantas películas de la década de los ochenta; pero sobre todo se parodia a aquella famosa cinta sobre pilotos de cazabombarderos que consagró a Tom Cruise como ídolo de quinceañeras, Top Gun.

La principal diferencia que ofrece Hot Shots ante otras cintas de este estilo, es que Hot Shots sí que tiene al menos un conato de guión; no es tan solo un chiste tras otro chiste, y "un delirio padre" sin sentido alguno, sino que entre tanto absurdo y tanto humor surrealista se atisba una pequeña historia que contribuye a que no nos sintamos apabullados entre tanta locura.

La pequeña sinopsis sería así: La Marina de los Estados Unidos ha encargado a su prestigiosa escuela de élite de pilotos (los Top Guns) una peligrosa misión; deben destruir con la máxima eficacia que puedan una central nuclear que supone una gran amenaza para el país al estar en posesión del dictador Sadam Hussein. Para ello, será necesario someter a sus mejores pilotos a un entrenamiento exhaustivo que los ponga a punto; pero también hará falta la colaboración del mejor piloto que ha pisado esa escuela de élite, Topper Harley (Martin Sheen), un hombre que hace tiempo fue expulsado del ejército por rebelde e inestable psicológicamente. Una vez readmitido en la marina, y puesto en marcha el llamado plan "Pájaro Fofo", las conspiraciones, las historias de sexo y amor, y la lucha con el pasado se desarrollarán ante nuestros ojos entre delirantes chistes y situaciones absurdas.

Resumiendo, una comedia absurda que no reniega del guión, con personajes divertidísimos (sobre todo el del almirante "Tug" Benson, interpretado por Lloyd Bridges), y con un sabor ochentero que hará las delicias de algún que otro nostálgico. Para mí este tipo de películas casi nunca falla a la hora de ver algo fresco y divertido; y es que esa sensación de no saber nunca por donde te va a venir el chiste, por muy tonto que sea luego, me encanta. Pero mucho, mucho...

En definitiva, una película para pasarlo bien sin más; ligera y sin ningún tipo de pretensiones.

Nada más; le dejo un 6 de nota, que también hay que ser objetivo en la medida de lo posible.

Disfrútenla.