El único mérito de esta película es desafiar el axioma aristotélico según el cual "el todo es mayor que la suma de las partes". En este caso, por el contrario, hay pequeñas escenas o unos pocos diálogos que destacan por sobre el todo, algunos chispazos de actuación, pero que no alcanzan a crear un film que merezca la pena verse. Por ejemplo, el peinado de Bardem resulta interesante, pero el papel de narco que le dieron es pésimo. Del mismo modo, Fassenbender hace de un supuesto abogado menos creíble que dólar ruso, y Cameron Díaz es pasable cuando hace comedias, pero en el papel de narco sexi es deplorable. Una rimbombante gama de actores conocidos no garantizan una buena película, y éste es un buen ejemplo de ello. Mi consejo es que no pierdan tiempo viendo este bodrio. Y a otra cosa mariposa.