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Voto de santos:
9
11 de abril de 2011
8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Poderosa adaptación de la novela del autor Franz Kafka, llevada a cabo por, posiblemente, el cineasta más genial que ha dado la historia, Orson Welles. En aquellos momentos, ya marginado definitivamente por la miope industria americana, desarrollaba sus proyectos en Europa, ( de hecho, su próxima película sería la grandiosa y magnífica, Campanadas a Medianoche).
En esta película, Welles, capta a las mil maravillas la esencia de la novela de Kafka, y logra transmitir a través de las imágenes, encuadres de cámara, el uso y tratamiento del blanco y negro, y mediante la fuerza visual ( sello, marca de la casa de todas las creaciones de Orson), la sensación de confusión y desconcierto, que vive Josef K, el cual, parece estar atrapado dentro de una pesadilla, de la que no puede salir, y en la que nada parece tener lógica ni sentido.
Es una historia absorbente, frustrante; pero también apasionante, en la que cada paso que da Josef, es más extraño que el anterior, y todos los personajes que se cruzan en su camino, son singulares y extravagantes.
Para el papel principal, Orson, apostó con mucho éxito, por Anthony Perkins, que realiza un excelente trabajo. El resto, son intérpretes europeos, destacando al incombustible Akim Tamiroff, a las bellísimas Jeanne Moreau, y Romy Schneider, y al propio Orson Welles.
Laberíntica y atrayente película. Costará mucho trabajo combinar a dos talentos semejantes, en un proyecto semejante.
En esta película, Welles, capta a las mil maravillas la esencia de la novela de Kafka, y logra transmitir a través de las imágenes, encuadres de cámara, el uso y tratamiento del blanco y negro, y mediante la fuerza visual ( sello, marca de la casa de todas las creaciones de Orson), la sensación de confusión y desconcierto, que vive Josef K, el cual, parece estar atrapado dentro de una pesadilla, de la que no puede salir, y en la que nada parece tener lógica ni sentido.
Es una historia absorbente, frustrante; pero también apasionante, en la que cada paso que da Josef, es más extraño que el anterior, y todos los personajes que se cruzan en su camino, son singulares y extravagantes.
Para el papel principal, Orson, apostó con mucho éxito, por Anthony Perkins, que realiza un excelente trabajo. El resto, son intérpretes europeos, destacando al incombustible Akim Tamiroff, a las bellísimas Jeanne Moreau, y Romy Schneider, y al propio Orson Welles.
Laberíntica y atrayente película. Costará mucho trabajo combinar a dos talentos semejantes, en un proyecto semejante.