Si en algo se caracteriza el cine de Fernando Trueba en todas sus películas, además de utilizar la comedia en casi todas ellas, es en ofrecer algún detalle, alusión o recuerdo referido a otras obras cinematográficas.
En “La niña de tus ojos”, además de las muchas menciones –explícitas e implícitas– sobre el cine de la época, el homenaje al séptimo arte es más que evidente, porque va inmerso en la trama, al más puro estilo “La nuit americaine”, ya que se muestran algunos de los entresijos que rodean el rodaje de una película. Aunque, sin duda, este miramiento carece de la magia y el encanto que posee el film de François Truffaut.
Seguramente sea porque la cinta no trata sólo de eso, y abre varios frentes. Y aún siendo todos ellos muy efectivos y consecuentes, no se rematan más allá del retrato de unos tópicos personajes en un periodo convulso. Eso sí, todo ello envuelto en un tono irónico y satírico que ofrece una mirada particular sobre uno de los pasajes de la historia más trillados en lo que a contar historias se refiere.