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Voto de juanjo_torpdo:
9
Drama En la Roma de la posguerra, Antonio, un obrero en paro, consigue un sencillo trabajo pegando carteles a condición de que posea una bicicleta. De ese modo, a duras penas consigue comprarse una, pero en su primer día de trabajo se la roban. Es así como comienza toda la aventura de Antonio junto con su hijo Bruno por recuperar su bicicleta mientras su esposa María espera en casa junto con su otro hijo. (FILMAFFINITY)
19 de mayo de 2012
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Antonio Ricci tiene su día de suerte: ha sido elegido para un trabajo pegando carteles de películas, aunque hay un problema, es necesario e imprescindible ir en bicicleta. Antonio se lamenta de la ambigüedad de su infortunio: tiene trabajo pero su bicicleta está empeñada, su mujer e hijo debían de comer. La mujer de Antonio hace un paquete con seis sábanas, dos sin usar, para empeñarlas y de este modo poder recuperar la bicicleta de Antonio. Resuelto el problema Antonio se presenta, le dan su uniforme y se dispone a empezar al día siguiente su jornada laboral. Pero el día del comienzo ya subido en la escalera su bici es robada por un muchacho que junto a otro compinche imposibilita que Antonio que sale en su persecución la recupere. Nuestro protagonista comenzará un peregrinaje por la ciudad de Roma en busca de su necesaria bicicleta, mostrándonos un retrato en detalle de la sociedad romana de postguerra.

El neorrealismo italiano se caracteriza por la ausencia del concepto de actor como profesional del medio y de su puesta en escena; los protagonistas son gente de la calle, no profesionales. La imposibilidad de rodar en Cinecitta por los efectos de la guerra y por estar invadida de desalojados sin techo produce el efecto de rodar en exteriores con iluminación natural, sobre todo en escenarios que muestran los sectores menos favorecidos de la sociedad, mostrando las penurias económicas de la sociedad italiana, todo ello con el objeto de plasmar la cruda y dura realidad del momento.

Aparte de todo esto es significativo destacar la relación que se mantiene en todo momento entre padre e hijo, una relación de respeto y confianza que fluctúa y evoluciona, y que va a marcar el paso de la infancia a la adolescencia del pequeño Bruno. Pocas películas en la historia del cine consiguen retratar esta relación padre e hijo con una ternura tan intensa como se relata en “Ladrón de bicicletas”. Bruno ve como su padre adopta la condición ambivalente de héroe y villano, marcado por un profundo sentimiento de frustración y supervivencia.

Como curiosidad es destacable que el niño Enzo Staiola fue elegido entre todos los aspirantes por De Sica por su forma de caminar, siendo esta la prueba de casting que pasaban los infantes.

Ladrón de bicicletas es desgarradoramente dura y refleja el sentimiento de impotencia de una sociedad destrozada por la guerra y devastada por la postguerra. Máximo exponente del Neorrealismo Italiano es para mí una de las obras claves de la historia del cine mundial, de obligado visionado para todos los amantes del cine.
juanjo_torpdo
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