Las películas como "El becario" deben existir. No todo pueden ser "El silencio de los corderos" ni "El lobo de Wall Street" ni "Magnolias de acero".

El mundo merece películas agradables y fáciles, que te solucionen esas noches en las que no quieres nada más que pasar un buen rato sin tener que estar concentrado en una trama compleja o sufriendo por un desenlace desolador. Películas sencillas, positivas y que te levanten el ánimo.

Y como deben existir, mejor será que sean películas cuidadas, con buenos intérpretes, un guión decente y un argumento entretenido, como lo es "El becario". Si además posee un mensaje a favor de la gente mayor sin desprestigiar a las nuevas generaciones ni al progreso, pues poco más se le puede pedir a una película de este estilo.