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Voto de Jaime Flores:
6
7,6
18.540
Drama. Comedia. Romance
Una joven de familia acomodada lleva a casa, para presentárselo a sus padres, a su novio, un médico negro con el que tiene la intención de casarse. A pesar de ser personas de ideas liberales, sus padres se sienten muy confundidos, especialmente el padre, que teme que un matrimonio interracial no traiga más que problemas a su hija. (FILMAFFINITY)
4 de marzo de 2019
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
De cómo, a veces, nos creemos más liberales de lo que realmente somos.
De cómo, siempre, tenemos que aceptar nuestros fallos para poder revertirlos.
De cómo, nunca, podemos esperar que los demás hagan lo que esperamos que hagan.
Demasiado amable y buenrollista para mi gusto, pero supongo que fue atrevida y necesaria en 1967. Aunque a día de hoy sigue siendo más que válida, desgraciadamente. La película es más mítica, si cabe, gracias a la historia que había detrás entre Katharine Hepburn y Spencer Tracy, que falleció pocos días después de rodarla. Ambos fueron amantes durante más de veinte años y compañeros en un total de nueve cintas, y se unieron, por última vez, para realizar esta película. Son dos actores mayúsculos, y sobre todo ella, que es realmente mágica. Sus miradas, su forma de hablar, ese halo que ni se aprende ni se compra, que se tiene o no se tiene.
El croma es verdaderamente cutre, sobre todo, el de la terraza. Entiendo que en aquella época no había grandes efectos especiales, pero entonces habría que intentar no abusar de escenas en la terraza, más que nada, para que no sea tan llamativo.
PD: recomendada para Trump, Abascal, Le Pen y compañía.
De cómo, siempre, tenemos que aceptar nuestros fallos para poder revertirlos.
De cómo, nunca, podemos esperar que los demás hagan lo que esperamos que hagan.
Demasiado amable y buenrollista para mi gusto, pero supongo que fue atrevida y necesaria en 1967. Aunque a día de hoy sigue siendo más que válida, desgraciadamente. La película es más mítica, si cabe, gracias a la historia que había detrás entre Katharine Hepburn y Spencer Tracy, que falleció pocos días después de rodarla. Ambos fueron amantes durante más de veinte años y compañeros en un total de nueve cintas, y se unieron, por última vez, para realizar esta película. Son dos actores mayúsculos, y sobre todo ella, que es realmente mágica. Sus miradas, su forma de hablar, ese halo que ni se aprende ni se compra, que se tiene o no se tiene.
El croma es verdaderamente cutre, sobre todo, el de la terraza. Entiendo que en aquella época no había grandes efectos especiales, pero entonces habría que intentar no abusar de escenas en la terraza, más que nada, para que no sea tan llamativo.
PD: recomendada para Trump, Abascal, Le Pen y compañía.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Una de las escenas más definitorias del film es la de la socia de Hepburn, que aparece por sorpresa en el domicilio familiar con el único objetivo de cotillear y "dar el pésame" a su amiga. Y de cómo esta la despacha, en todos los sentidos, en un santiamén. Pero lo hace sin que su hija se entere, porque la madre debe demostrar que nada le afecta tanto, o porque puede llegar a estar de acuerdo con los pensamientos de su amiga, pero nadie más que ella y su padre pueden decírselo. Ese sentimiento de madre que tanto se oye por todos lados, en esta escena está brillantemente representado.