Kika es una película que puede ser que no te guste, te deje indiferente o que te entusiasme enormemente, que es lo que a mí me sucedió cuando la vi, una película de la que no esperaba demasiado, y creo que eso fue lo que hizo que me gustase tanto.

Almodóvar hace de Kika una obra en la que se enlazan en una misma situación (Como por ejemplo el momento de la violación) sentimientos de asco y rechazo hacia la acción y pase a parecerte una situación graciosa y desenfada, en la que, al menos en mi sensación, no te la crees porque es totalmente surrealista pero que no puedes dejar de mirarla, incluso con una sonrisa en el rostro.

En lo respecta al reparto, una espléndida Verónica Forqué, que te produce una gran ternura, a todo el mundo le gustaría tener una amiga como ella; como siempre, grande Victoria Abril y grande su personaje y sus vestimentas, y su programa de TV y todo lo que la envuelve son un mundo completamente a parte (Espectacular la última escena con Peter Coyote); una Rossy de Palma perfecta en su interpretación con un personaje, a mi forma de ver, delicioso. Me hizo mucha gracia ver a Anabel Alonso, que no recordaba que salía en la película, y que como siempre, me encantó en su interpretación. Respecto a los hombres, encuentro un Álex Casanovas, que no se si es por el personaje o por qué, pero que no me acaba de convencer, y un desastroso Peter Coyote, que no me lo creo en ningún momento, su interpretación, su doblaje...

Para finalizar, recalcar que es una película muy distraída, en la que no te hace falta pensar, con unas grandes interpretaciones de unas grandes actrices, y con un argumento totalmente surrealista en el que si te dejas llevar, te encontrarás con una de las mejores obras del director manchego, simplemente, BRAVO.