"Capitán Phillips" es cine en estado puro, trepidante y angustioso, que muestra cosas tan insólitas que parece mentira que puedan ocurrir, y menos con tanta frecuencia como parece que ocurren, pero entonces llega su gran inconveniente: la película se basa en un personaje y una historia real para luego hacer lo que les da la gana.

Si después de ver la película, investigas un poco, te das cuenta de que el verdadero capitán Philips no es como lo muestran, ni actuó con esa integridad por la que le admiramos. De hecho, es alguien casi opuesto. Para eso, señor director, deja el "basado en hechos reales" y haz tu película recreando situaciones verídicas pero sin ponerle nombres concretos. Si así hubiese sido, "Capitán Philips" rozaría la excelencia, porque la película lo es. Técnica y artísticamente.

Tom Hanks está como en sus mejores tiempos. Construye un personaje sólido y admirable, que llegas a ser tu mismo porque la película eso lo hace muy bien. Podría haberse llevado el Oscar perfectamente. Junto a él, unos piratas somalíes cuyos ojos, rebosantes de desesperación, dejan claro que son capaces de todo. Y eso asusta. Con un ritmo ágil y una historia sólida, que se vuelve más angustiosa conforme pasa el tiempo, "Capitán Phillips" es lo que comúnmente se conoce como un peliculón.