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España España · Barcelona
Voto de Jaime Flores:
9
Drama. Intriga En la Nueva Orleans de 1937, una rica viuda, la señora Venable, ofrece al doctor Cukrowicz los fondos para crear un hospital a condición de que practique una lobotomía a su sobrina Catherine. La señora Venable se encuentra perturbada por la reciente muerte en Europa de su hijo Sebastian, con quien solía viajar todos los veranos, salvo el último, en el que Sebastian prefirió llevar como acompañante a su prima Catherine. (FILMAFFINITY)
18 de junio de 2022
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
El último verano pasó y no se dieron cuenta. Ahora todo es negro, carente de sentido, puro dolor. Quedan dos damas desorientadas, que ya lo estaban antes por amar a quién no debían, por amar a un fantasma, a un ser que nunca les perteneció. Ahora les queda el recuerdo de lo que nunca fue.

Poética, tenebrosa y desoladora, es una película surrealista en la que pasamos de una selva en mitad de la urbe a los horrores más brutales en un país lejano. Este es un film de fondo insondable, que camina senderos antes inexplorados y que lo hace con miedo, sabedor de que puede pisar tierra prohibida. Y morir.

Montgomery Cliff parece estar puesto por el ayuntamiento, más su trabajo es semejante al de un acomodador del cine. Él nos lleva de una protagonista a la otra para, así, llegar al meollo del asunto. Un hombre, podríamos decir, inhibido entre dos divas, las más brutales y a la vez distintas de entre todas. Con permiso de la Davis, la Garbo y la Gardner.

Elizabeth Taylor curra como una burra, conocedora de quién es su contrincante, y nos embelesa con semejante vestido negro, semejante cabellera y semejante rostro para el pecado. Mirarla es como mirar la historia, el mundo, la vida. Es algo conocido y a la vez inalcanzable.

Más inalcanzable es Katharine Hepburn. La vencedora del duelo, aún teniendo menor peso. Su saber estar, su porte, su presencia... Impresionante. No dejarías de mirarla ni aunque un elefante encolerizado apareciese en pantalla. Esa madre monstruosa y esa actriz tremebunda.

El fantasma. Posiblemente, el personaje ausente más presente del cine. Envuelve la historia y la hace insoportable. Alguien, intuimos, amante de la vida pero hastiado de sus obligaciones, de sus menudencias, de la letra pequeña. Alguien que no estaba hecho para la vida. O la vida para él.

Mankiewicz, palabras mayores. El director que realizó la mejor película del cine clásico (Eva al desnudo) en unión al dramaturgo americano por antonomasia, uno torturado, hijo del bello y asfixiante sur y que convirtió su dolor en arte. A Tennessee Williams también se le quedaba pequeña la vida. Juntos parieron lo que se llama un drama clásico de proporciones bíblicas.

París, Barcelona y Roma, dice la Taylor, son las ciudades por las que le llevó el fantasma. Las tres ciudades más bellas del mundo, pertenecientes a la vieja Europa. La admirada y la exótica Europa. ¿Quién no querría pasar su último verano en la costa mediterránea? ¿Quién no lo querría aunque eso supusiese…*
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Jaime Flores
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