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Polonia Polonia · Galitzia
Voto de Valkiria:
8
Drama Dos hermanos adolescentes, que alimentan una insana obsesión el uno por el otro, crean un mundo privado en la desordenada habitación que comparten. La intrusión del mundo exterior los llevará a una dramática situación. (FILMAFFINITY)
8 de enero de 2012
21 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
Elisabeth, extrañamente obsesionada por proteger a su hermano Paul del mundo exterior y Paul, debilitado por la influencia perversa de los juegos y abusos de su hermana, comparten el mismo cuarto en su avanzada adolescencia, la misma placenta protectora, alimentándose el uno del otro, aislados de un mundo completamente ajeno a sus peligrosos juegos, mientras desvarian y enferman juntos.

Almacenan grotescos tesoros, siempre en ese cuarto desordenado en el que guardan la colección de su vida entera, todo tipo de insólitos trastos; un síndrome de Diógenes prematuro de dos seres abandonados y aislados por voluntad propia o ¿quién sabe? Quizás hayan desarrollado juntos esa demencia desde niños.

Aparentemente ella es más fuerte, más dominante, intimida y doblega la voluntad de todo el que se le acerca. Pero su mundo es su hermano y de él depende toda su entereza. Ambos se confunden, -el parecido físico es asombroso- existiendo una simbiosis enfermiza entre ellos.

Nunca abandonan la casa hasta que Elisabeth se casa, llevándose consigo a su hermano. No crecen, no maduran, no han socializado y cuando lo hacen ambos se despeñan al fondo de la locura y de los celos –ella, fantástica actriz-, y al del miedo e inseguridad –él, una especie de Tánatos, tan atraído por la muerte y la autodestrucción-.

No logro imaginar la reacción de público y cineastas en el año 50 ante esta obra, homónima de la novela de Cocteau -empedernido fumador de opio-, “Les enfants terribles”. Pero si 60 años después crea absoluta perplejidad –las insinuaciones incestuosas son una constante-, la que seguramente montó entonces Jean Pierre Melville con esta turbadora historia debió ser de órdago.

Un resto a la película es la narración en off del mismo Cocteau, que parafrasea la prosa de su propia novela. Por lo demás, es brillante e inquietante donde las haya.
Valkiria
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