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Voto de Miquel:
9
8,2
12.704
Drama
En un pueblo minero de Gales viven los Morgan, todos ellos mineros y orgullosos de serlo y también de respetar las tradiciones y la unidad familiar. Sin embargo, la bajada de los salarios provocará un enfrentamiento entre el padre y los hijos; porque mientras éstos están convencidos de que la unión sindical de todos los trabajadores es la única solución para hacer frente a los patronos, el cabeza de familia, en cambio, no quiere ni ... [+]
14 de abril de 2009
58 de 64 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es uno de los films más conocidos de John Ford (1894-1973), considerado por muchos como una de sus obras maestras. El guión, de Philip Dunne, adapta la novela “How Green Was My Valley” (1939), de Richard Llewellyn. Se rueda en escenarios naturales de Santa Monica Mountains (CA) y en el plató (recreación del pueblo) montado en el Fox Ranch (Malibú Canyon, CA). Nominado a 10 Oscar, gana 5 (guión adaptado, película, director, actor reparto, dir. artística y fotografía). Producido por Darryl F. Zanuck para la Fox, se estrena el 28-X-1941 (NYC).
La acción dramática tiene lugar a lo largo de unos 10 años, en la última década del XIX (1891-1900), en la localidad minera de Cwm Rhondda, del sur de Gales. Huw Morgan (McDowall), el menor de los 7 hijos (1 chica y 6 chicos) del matrimonio formado por Gwilyn Morgan (Crisp) y Beth (Allgood). El padre y los hijos varones trabajan en la mina de carbón, mientras la madre y la hija Angharad (O'Hara) llevan el trabajo de la casa. Huw, de unos 60 años, poco antes de dejar el pueblo donde nació y vivió, evoca (1941) los recuerdos de infancia, el paso del tiempo y la llegada impetuosa del futuro. El padre es serio, severo, animoso y justo. La madre es comprensiva, afectuosa y cariñosa. El pastor Sr. Gruffydd (Pidgeon) es de talante liberal, vive entregado al servicio de los demás, estudió en la Universidad de Cardiff y en su juventud compaginó los estudios y el trabajo de minero.
El film suma drama, familia y comedia de costumbres. Es el último trabajo que entrega Ford antes de servir cuatro años en la Marina durante la IIGM. Huw Morgan evoca sus recuerdos de infancia y adolescencia (de los 9 a los 19 años aproximadamente). El relato se presenta como una suma de episodios sucesivos, relativamente independientes, conectados por la presencia de los mismos personajes. Inserta en varias ocasiones cuadros que aportan digresiones irónicas o cómicas, como la entrega de la carta del Palacio de Windsor o la visita del médico. El guión ofrece una magnífica descripción de caracteres, situaciones y costumbres. Explica el hábito de cenar sin hablar, la distribución de roles en la familia, el grito milenario de comunicación entre los valles de la región, la cerveza como bebida popular, etc. El relato se desarrolla en un único y largo flashback. El estilo narrativo es sencillo, claro y entrañable, como el de un cuento infantil.
Los recuerdos estilizan los hechos, los idealizan y los contemplan con añoranza y nostalgia. Se pasa revista a la proletarización de los trabajadores, la implantación de los sindicatos obreros (“trade unions”), la primera huelga general indefinida en los valles mineros de Gales (1898), la crisis económica finisecular, la emigración (EEUU, Canadá, Nueva Zelanda, Sudáfrica), el trabajo sin medidas de seguridad, la frecuencia de los accidentes laborales mortales, el despido sin preaviso, la reducción unilateral de salarios, etc.
(Sigue en el “spoiler” sin desvelar partes del argumento)
La acción dramática tiene lugar a lo largo de unos 10 años, en la última década del XIX (1891-1900), en la localidad minera de Cwm Rhondda, del sur de Gales. Huw Morgan (McDowall), el menor de los 7 hijos (1 chica y 6 chicos) del matrimonio formado por Gwilyn Morgan (Crisp) y Beth (Allgood). El padre y los hijos varones trabajan en la mina de carbón, mientras la madre y la hija Angharad (O'Hara) llevan el trabajo de la casa. Huw, de unos 60 años, poco antes de dejar el pueblo donde nació y vivió, evoca (1941) los recuerdos de infancia, el paso del tiempo y la llegada impetuosa del futuro. El padre es serio, severo, animoso y justo. La madre es comprensiva, afectuosa y cariñosa. El pastor Sr. Gruffydd (Pidgeon) es de talante liberal, vive entregado al servicio de los demás, estudió en la Universidad de Cardiff y en su juventud compaginó los estudios y el trabajo de minero.
El film suma drama, familia y comedia de costumbres. Es el último trabajo que entrega Ford antes de servir cuatro años en la Marina durante la IIGM. Huw Morgan evoca sus recuerdos de infancia y adolescencia (de los 9 a los 19 años aproximadamente). El relato se presenta como una suma de episodios sucesivos, relativamente independientes, conectados por la presencia de los mismos personajes. Inserta en varias ocasiones cuadros que aportan digresiones irónicas o cómicas, como la entrega de la carta del Palacio de Windsor o la visita del médico. El guión ofrece una magnífica descripción de caracteres, situaciones y costumbres. Explica el hábito de cenar sin hablar, la distribución de roles en la familia, el grito milenario de comunicación entre los valles de la región, la cerveza como bebida popular, etc. El relato se desarrolla en un único y largo flashback. El estilo narrativo es sencillo, claro y entrañable, como el de un cuento infantil.
Los recuerdos estilizan los hechos, los idealizan y los contemplan con añoranza y nostalgia. Se pasa revista a la proletarización de los trabajadores, la implantación de los sindicatos obreros (“trade unions”), la primera huelga general indefinida en los valles mineros de Gales (1898), la crisis económica finisecular, la emigración (EEUU, Canadá, Nueva Zelanda, Sudáfrica), el trabajo sin medidas de seguridad, la frecuencia de los accidentes laborales mortales, el despido sin preaviso, la reducción unilateral de salarios, etc.
(Sigue en el “spoiler” sin desvelar partes del argumento)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
El relato se mueve en torno de una idea central. El ser humano ha nacido para ser feliz. La felicidad se basa en cosas sencillas, asequibles y comunes (pasear por la campiña, cantar, vivir en familia, participar en las celebraciones, compartir...). No falta la presencia de algunas de las constantes del autor: el borrachín del pueblo, el médico, la capilla como lugar de encuentro social, las celebraciones religiosas como nexo de unión y cohesión social, la familia numerosa, la boda, la pérdida de la inocencia, los niños, el bebé, el embarazo, el parto, los personajes curiosos (la Sra. Tossel, el profesor sádico...). Tampoco falta el humor, que Ford basa en figuras pintorescas (el boxeador Dai Bando), lances divertidos (cosquillas en los pies, hipo...), incidencias intempestivas (visita del Sr. Evans), inversiones del sentido de la acción (salva de puñetazos como clase de boxeo), escenas caricaturescas (visita del Dr. Richards), exhibiciones de estupidez (visita de Ietsin Evans), picardías (cubo de agua volcado sobre la cabeza del padre), etc.
El film afirma el valor de la familia. Rinde homenaje a la figura del padre como ejemplo, maestro y guía. Rinde homenaje a la madre, como símbolo de cariño, afecto y apoyo que une a la familia. Dedica un homenaje al Sr. Gruffydd como hombre abierto, liberal, inteligente y entregado en cuerpo y alma al servicio de los demás. Elogia el amor verdadero, defiende el divorcio y la dignidad de las madres solteras. Justifica el celibato. Denuncia la miseria del amor interesado y de conveniencia, las diferencias sociales, la injusticia social, la marginación y la exclusión social por razones de opinión, las malas lenguas, los prejuicios morales, la utilización política de la religión, la intolerancia ideológica, etc.
La banda sonora, compuesta por Alfred Newman, ofrece una partitura orquestal, de 16 cortes y un bonito tema principal (“Huw’s Theme”). Las composiciones, adaptadas a la evolución del relato, sugieren los sentimientos de los personajes y de la comunidad y definen presagios. Como música añadida incluye varias canciones corales a cargo del grupo Wells Singers. Destacan “God Save the Queen” (mientras dos hijos abandonan el pueblo) y “Men of Harlech” (secuencia inicial). La fotografía, de Arthur C. Miller (“Vidas rebeldes”, Huston, 1961), en B/N, subraya los cambios del paisaje, la familia y los habitantes del valle. Crea imágenes bien contrastadas, de cuidada composición, acusado claroscuro e inspiración expresionista. Aprovecha la profundidad de campo para acompañar la acción principal con curiosas escenas en segundo y tercer término.
El film afirma el valor de la familia. Rinde homenaje a la figura del padre como ejemplo, maestro y guía. Rinde homenaje a la madre, como símbolo de cariño, afecto y apoyo que une a la familia. Dedica un homenaje al Sr. Gruffydd como hombre abierto, liberal, inteligente y entregado en cuerpo y alma al servicio de los demás. Elogia el amor verdadero, defiende el divorcio y la dignidad de las madres solteras. Justifica el celibato. Denuncia la miseria del amor interesado y de conveniencia, las diferencias sociales, la injusticia social, la marginación y la exclusión social por razones de opinión, las malas lenguas, los prejuicios morales, la utilización política de la religión, la intolerancia ideológica, etc.
La banda sonora, compuesta por Alfred Newman, ofrece una partitura orquestal, de 16 cortes y un bonito tema principal (“Huw’s Theme”). Las composiciones, adaptadas a la evolución del relato, sugieren los sentimientos de los personajes y de la comunidad y definen presagios. Como música añadida incluye varias canciones corales a cargo del grupo Wells Singers. Destacan “God Save the Queen” (mientras dos hijos abandonan el pueblo) y “Men of Harlech” (secuencia inicial). La fotografía, de Arthur C. Miller (“Vidas rebeldes”, Huston, 1961), en B/N, subraya los cambios del paisaje, la familia y los habitantes del valle. Crea imágenes bien contrastadas, de cuidada composición, acusado claroscuro e inspiración expresionista. Aprovecha la profundidad de campo para acompañar la acción principal con curiosas escenas en segundo y tercer término.