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Thriller. Acción. Drama
Batman/Bruce Wayne (Christian Bale) regresa para continuar su guerra contra el crimen. Con la ayuda del teniente Jim Gordon (Gary Oldman) y del Fiscal del Distrito Harvey Dent (Aaron Eckhart), Batman se propone destruir el crimen organizado en la ciudad de Gotham. El triunvirato demuestra su eficacia, pero, de repente, aparece Joker (Heath Ledger), un nuevo criminal que desencadena el caos y tiene aterrados a los ciudadanos. (FILMAFFINITY) [+]
28 de febrero de 2009
6 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Segundo film sobre Batman del realizador Christopher Nolan (Londres, 1970). El guión, de Jonathan y Christopher Nolan, desarrolla un argumento del Christopher Nolan y David S. Goyer sobre personajes de Bob Kane. Se rueda en escenarios reales de Chicago, Londres y Hong Kong y en los platós de Leavesden Film Studios (Watford, Inglaterra) y Pinewood Studios (Buckinghamshire, Inglaterra), con un presupuesto desahogado de 180 M USD. Gana 2 Oscar (actor reparto y efectos sonoros). Producido por Charles Roven, Emma Thomas y Christopher Nolan, para Syncopy, Legendary y Warner Bros., se proyecta por primera vez en público el 14-VII-2008 (NYC, preestreno).
La acción dramática tiene lugar en Gotham City, ciudad imaginaria, superpoblada y desquiciada. Bruce Wayne/Batman (Bale), con la colaboración del teniente de la policía James “Jim” Gordon (Oldman) y del nuevo fiscal de distrito, Aaron Eckhart/Dos caras (Dent), se propone destruir el crimen organizado que opera en la ciudad. El trío formado por Wayne/Batman, Gordon y Eckhart obtiene buenos resultados hasta que aparece en escena un personaje siniestro, vengativo, subversivo y criminal, llamado el Jocker (Ledger). Wayne/Batman reúne la doble condición de multimillonario frívolo y de serio superhéroe nocturno. Es frío, duro, solitario y violento. Empieza a sentirse cansado de su lucha contra el mundo del crimen, cada vez más siniestro y salvaje. El Jocker es un psicópata perverso, que carece de principios morales y éticos, no tiene interés en el dinero y persigue sumir Gotham en la anarquía y a sus habitantes en el caos. Aaron está comprometido con la justicia y la defensa del orden, pero es frágil. Rachel Dawes (Gyllenhaal) es la novia de Eckhart, amigo de la infancia de Wayne.
El film suma thriller, fantástico, acción, crimen y drama. Es una mezcla efectiva de géneros y subgéneros y una secuela de “Batman Begins” (Nolan, 2005), que se sitúa entre el cine policiaco y el de superhéroes. Fue la película más taquillera de 2008. Es posiblemente la mejor película de Batman y de los personajes de comic creados (1939) por Bob Kane. Presenta personajes bien definidos, una historia sólida y absorbente, elevada tensión dramática y un ritmo trepidante. La acción se desarrolla en un ambiente oscuro, tenebroso y agobiante, bien construido y convincente. Los diálogos, breves y fluidos, no tienen desperdicio. El final es antológico. Es una buena película, que ofrece un magnífico espectáculo.
De acuerdo con el argumento, el film ofrece una visualización de la anarquía, con escenas tan intensas como la secuencia de los ferrys o la persecución en el túnel. En relación a films precedentes reduce el metraje dedicado a secuencias de acción y muestra conflictos y personajes más humanizados (Batman llora). Las interpretaciones son sobresalientes: la de Bale y la de los secundrios Ledger, Freeman, Caine, Gyllenhaal, Dent, Oldman, etc.
(Sigue en el “spoiler” sin desvelar partes del argumento)
La acción dramática tiene lugar en Gotham City, ciudad imaginaria, superpoblada y desquiciada. Bruce Wayne/Batman (Bale), con la colaboración del teniente de la policía James “Jim” Gordon (Oldman) y del nuevo fiscal de distrito, Aaron Eckhart/Dos caras (Dent), se propone destruir el crimen organizado que opera en la ciudad. El trío formado por Wayne/Batman, Gordon y Eckhart obtiene buenos resultados hasta que aparece en escena un personaje siniestro, vengativo, subversivo y criminal, llamado el Jocker (Ledger). Wayne/Batman reúne la doble condición de multimillonario frívolo y de serio superhéroe nocturno. Es frío, duro, solitario y violento. Empieza a sentirse cansado de su lucha contra el mundo del crimen, cada vez más siniestro y salvaje. El Jocker es un psicópata perverso, que carece de principios morales y éticos, no tiene interés en el dinero y persigue sumir Gotham en la anarquía y a sus habitantes en el caos. Aaron está comprometido con la justicia y la defensa del orden, pero es frágil. Rachel Dawes (Gyllenhaal) es la novia de Eckhart, amigo de la infancia de Wayne.
El film suma thriller, fantástico, acción, crimen y drama. Es una mezcla efectiva de géneros y subgéneros y una secuela de “Batman Begins” (Nolan, 2005), que se sitúa entre el cine policiaco y el de superhéroes. Fue la película más taquillera de 2008. Es posiblemente la mejor película de Batman y de los personajes de comic creados (1939) por Bob Kane. Presenta personajes bien definidos, una historia sólida y absorbente, elevada tensión dramática y un ritmo trepidante. La acción se desarrolla en un ambiente oscuro, tenebroso y agobiante, bien construido y convincente. Los diálogos, breves y fluidos, no tienen desperdicio. El final es antológico. Es una buena película, que ofrece un magnífico espectáculo.
De acuerdo con el argumento, el film ofrece una visualización de la anarquía, con escenas tan intensas como la secuencia de los ferrys o la persecución en el túnel. En relación a films precedentes reduce el metraje dedicado a secuencias de acción y muestra conflictos y personajes más humanizados (Batman llora). Las interpretaciones son sobresalientes: la de Bale y la de los secundrios Ledger, Freeman, Caine, Gyllenhaal, Dent, Oldman, etc.
(Sigue en el “spoiler” sin desvelar partes del argumento)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
El film constituye una pieza de entretenimiento eficaz y disfrutable. Aporta interesantes observaciones que invitan a pensar. En este sentido cabe destacar la afirmación de que lo bueno y lo correcto no siempre discurren por el mismo camino, la defensa del sentido de responsabilidad, la advertencia de que la búsqueda de la justicia puede acarrear costes muy elevados, que en ocasiones pueden ser insoportables. Muestra la necesidad de los ideales, del liderazgo, de la organización social. Distingue entre los comportamientos criminales de quienes ansían dinero, fama y poder y los de quines sólo desean hacer daño por placer, por despecho hacia un mundo al que atribuyen la responsabilidad de haberles hecho sufrir, por desvaríos o por locura.
Son escenas memorables la del vuelo silencioso sobre la ciudad del Hombre Murciélago, la del hospital, el enfrentamiento de Batman contra dos bandas mafiosas en el parking, el secuestro del contable de Hong Kong y su vuelo por los aires, la frialdad con la que el Jockey quema el dinero sustraído a los mafiosos, etc.
La música, de Hans Zimmer y James Newton Howard, ofrece una partitura intensa, bien adaptada al desarrollo de la acción y seductora. El tema “The Jocker”, de Zimmer, es ruidoso y desasosegante. Los cortes descriptivos y de acompañamiento de Howard son envolventes. Añade varias canciones ajenas, como “Balmoral” y “A Moment of Silence” y un fragmento de “Rosamunda”, composición para cuarteto de cuerdas, de Schubert. La fotografía, de Wally Pfister, atenúa mediante el uso de la sugerencia los elevados niveles de violencia del film (bomba de mano en la boca...). El montaje, de Lee Smith, es excelente. Destaca el aspecto excéntrico, parecido al de un payaso, del Jocker.
Son escenas memorables la del vuelo silencioso sobre la ciudad del Hombre Murciélago, la del hospital, el enfrentamiento de Batman contra dos bandas mafiosas en el parking, el secuestro del contable de Hong Kong y su vuelo por los aires, la frialdad con la que el Jockey quema el dinero sustraído a los mafiosos, etc.
La música, de Hans Zimmer y James Newton Howard, ofrece una partitura intensa, bien adaptada al desarrollo de la acción y seductora. El tema “The Jocker”, de Zimmer, es ruidoso y desasosegante. Los cortes descriptivos y de acompañamiento de Howard son envolventes. Añade varias canciones ajenas, como “Balmoral” y “A Moment of Silence” y un fragmento de “Rosamunda”, composición para cuarteto de cuerdas, de Schubert. La fotografía, de Wally Pfister, atenúa mediante el uso de la sugerencia los elevados niveles de violencia del film (bomba de mano en la boca...). El montaje, de Lee Smith, es excelente. Destaca el aspecto excéntrico, parecido al de un payaso, del Jocker.