Media votos
6,7
Votos
5.206
Críticas
1.665
Listas
182
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Mis críticas favoritas
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de Miquel:
7
6,7
10.004
Comedia. Drama
Tres artistas de cabaret que viven en Sidney son contratadas para actuar durante cuatro semanas en un hotel de Alice Springs, en medio del desierto rojo de Australia. Les espera una gran aventura, pero una cosa es atravesar el país en autobús, dejando atrás todos sus problemas, y otra llegar a su destino sanas y salvas. Sobre todo si Felicia y Mitzi son reinas del drag y Benardette transexual. Inician así un periplo de dos semanas, con ... [+]
16 de febrero de 2010
15 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
Film del realizador australiano Stephan Elliott (Sydney, 1954), que obtiene en su momento un gran éxito. El guión, del propio Elliott, desarrolla un argumento original. Se rueda en escenarios naturales de Australia (New South Wales y Northern Territory). Gana un Oscar (vestuario) y 2 Bafta (vestuario y maquillaje/peinados). Producido por Al Clark y Michael Hamlyn para Polygram, se estrena el 30-I-1994 (España).
La acción dramática tiene lugar en Australia durante un viaje de Sydney a Alice Springs de dos semanas, a bordo del autocar-caravana Priscila, en 1993. El recorrido temporal del film es de un mes y medio. Bernadette “Ralph” Bassenger (Stamp), Anthony “Tick”/”Mitzi” Belrose (Weaving) y Adam “Felicia” Jollygoodfellow (Pearce) forman un trío (un transexual, un bisexual y un homosexual) que se gana la vida en el mundo del espectáculo representando números musicales en los que fingen cantar con la voz de intérpretes de moda (Grupo Abba, Gloria Gaynor, Village People...). Atendiendo a una oferta de trabajo de un mes en el casino de Alice Springs, se trasladan allá en un viaje de aventura, peligros, sorpresas, turismo, confidencias y encuentros.
El film suma comedia, drama y musical. Dispuesto en términos de “road movie”, observa el comportamiento de tres “drag queens”. Explora su vida interior, las relaciones que se establecen entre ellas y las reacciones que provoca su presencia entre los habitantes de las localidades de paso y ante el público. Los tres protagonistas se presentan como artistas entregadas al trabajo. El film las mira con respeto y naturalidad, evitando la caricatura y la burla. Las presenta como seres humanos, con sentimientos, ilusiones, afanes, frustraciones y esperanzas. Son personas corrientes, ciudadanos comunes, individuos ordinarios, que sienten, sufren, se divierten, gozan y trabajan, como todos. No son enfermos, no están locos, no son discapacitados, ni malhechores, ni seres antisociales. Expresan su sexualidad de acuerdo con las pautas propias de su orientación natural, como todos. Las actitudes machistas, intolerantes, enemigas de la diferencia y homófobas carecen de fundamento, de sentido y de razón.
La cinta es rica en humor, ocurrencias, extravagancias, espectacularidad y colorismo. No le faltan toques de melancolía. Es divertida, festiva, graciosa, alegre y conmovedora. Más allá del vestuario y de los números musicales, el film se aproxima a las personas, sus motivaciones (distintas en cada caso, pero determinantes siempre), su pasado (3 flashbacks), sus penas (la muerte reciente de la pareja de Bernadette), sus temores, deseos y lucha diaria para salir adelante y sobrevivir. Las interpretaciones de Terence Stamp, Hugo Weaving y Guy Pearce son convincentes. Son acertadas las de Bill Hunter (Bob), Sarah Chadwick (Marion Barber, antigua esposa y amiga para siempre) y Julia Cortez (Cintia). El vestuario, diverso e imaginativo, gana un Oscar para sus creadores, Lizzie Gordon y Tim Chapell.
La acción dramática tiene lugar en Australia durante un viaje de Sydney a Alice Springs de dos semanas, a bordo del autocar-caravana Priscila, en 1993. El recorrido temporal del film es de un mes y medio. Bernadette “Ralph” Bassenger (Stamp), Anthony “Tick”/”Mitzi” Belrose (Weaving) y Adam “Felicia” Jollygoodfellow (Pearce) forman un trío (un transexual, un bisexual y un homosexual) que se gana la vida en el mundo del espectáculo representando números musicales en los que fingen cantar con la voz de intérpretes de moda (Grupo Abba, Gloria Gaynor, Village People...). Atendiendo a una oferta de trabajo de un mes en el casino de Alice Springs, se trasladan allá en un viaje de aventura, peligros, sorpresas, turismo, confidencias y encuentros.
El film suma comedia, drama y musical. Dispuesto en términos de “road movie”, observa el comportamiento de tres “drag queens”. Explora su vida interior, las relaciones que se establecen entre ellas y las reacciones que provoca su presencia entre los habitantes de las localidades de paso y ante el público. Los tres protagonistas se presentan como artistas entregadas al trabajo. El film las mira con respeto y naturalidad, evitando la caricatura y la burla. Las presenta como seres humanos, con sentimientos, ilusiones, afanes, frustraciones y esperanzas. Son personas corrientes, ciudadanos comunes, individuos ordinarios, que sienten, sufren, se divierten, gozan y trabajan, como todos. No son enfermos, no están locos, no son discapacitados, ni malhechores, ni seres antisociales. Expresan su sexualidad de acuerdo con las pautas propias de su orientación natural, como todos. Las actitudes machistas, intolerantes, enemigas de la diferencia y homófobas carecen de fundamento, de sentido y de razón.
La cinta es rica en humor, ocurrencias, extravagancias, espectacularidad y colorismo. No le faltan toques de melancolía. Es divertida, festiva, graciosa, alegre y conmovedora. Más allá del vestuario y de los números musicales, el film se aproxima a las personas, sus motivaciones (distintas en cada caso, pero determinantes siempre), su pasado (3 flashbacks), sus penas (la muerte reciente de la pareja de Bernadette), sus temores, deseos y lucha diaria para salir adelante y sobrevivir. Las interpretaciones de Terence Stamp, Hugo Weaving y Guy Pearce son convincentes. Son acertadas las de Bill Hunter (Bob), Sarah Chadwick (Marion Barber, antigua esposa y amiga para siempre) y Julia Cortez (Cintia). El vestuario, diverso e imaginativo, gana un Oscar para sus creadores, Lizzie Gordon y Tim Chapell.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
El análisis de caracteres está bien desarrollado. Bernadette es elegante, experimentada, imita a Lauren Bacall y se administra hormonas. Es comprensiva, le gusta ayudar y sabe defenderse cuando es necesario. Mitzi es sensible y frágil, le gusta el baile, la música y el espectáculo, es insegura y responsable. Adam “Felicia”, el más joven de los tres, aspira sólo a pasarlo bien, tiene una lengua ágil y viperina, y le gusta llamar la atención. Es abiertamente homosexual y su gran sueño es pasear vestido de “drag queen” por el King Canyon. Bob, afable y bonachón, se gana la vida como mecánico. Marion, la directora del casino, es inteligente, hábil, comprensiva, maternal y bisexual. Necesita unas vacaciones después de 8 años de trabajo ininterrumpido (2 de matrimonio y 6 de divorcio con un hijo a su cargo).
El film exalta la amistad, el compañerismo, la alegría, la aventura, el baile, la música y el music-hall, la fiesta, la tolerancia, la naturaleza, etc. Condena la intransigencia, la intolerancia, el machismo, la homofobia, el maltrato, la ignorancia cerril y la terquedad. Reivindica el mundo de los aborígenes y su cultura sencilla, festiva, abierta y tolerante. Muestra el miedo al envejecimiento y a la pérdida de la belleza física. Son escenas destacadas la de Felicia en pie sobre el techo del autocar con un fular plateado desplegado por el viento (a la manera de una diosa de un cuadro romántico), el de Felicia desplegando desde el techo del autocar un vestido de fantasía rojo, el encuentro y la fiesta con los aborígenes, la respuesta de Bernadette a las provocaciones de un abanderado local de la intolerancia y el maltrato físico, la ruidosa despedida de que son objeto al dejar Sydney, etc.
La banda sonora, de Guy Gross (“Los impostores”, Elliott, 1993), ofrece 19 canciones. Destacan las de Abba (“Mamma mia”, “Fernando”), Charlene (“I’ve Never Been To Me”), Gloria Gaynor (“I Will Survive”), Ella Fitzgerald (“A Fine Romance”), Vanessa Williams (Save the Best for Last”) y Alice Bridges (“I Love the Nightlife”). Ofrece canciones a cargo de Guy Pearce (“A Dessert Holiday” y “This Old Man”) y Hugo Weaving (“My Darling Clementine”). Añade dos fragmentos de “La Traviata” (Verdi). La fotografía, de Brian J. Breheny (“El gran golpe”, Roberts, 2002), en color y pantalla panorámica, compone imágenes bien contrastadas y de cromatismo vibrante. Ofrece paisajes inmensos e inhóspitos, casi surrealistas. Subraya el humor y la ironía visual.
Bibliografia
- WIKIPEDIA, “Las aventuras de Priscilla, reina del desierto”, wikipedia.org, febrero 2010.
- Steven Jay SCHNEIDER, “Las aventuras de Priscilla, reina del desierto”, ‘1.001 películas...’, pág. 832, Grijalbo, Barcelona 2006.
El film exalta la amistad, el compañerismo, la alegría, la aventura, el baile, la música y el music-hall, la fiesta, la tolerancia, la naturaleza, etc. Condena la intransigencia, la intolerancia, el machismo, la homofobia, el maltrato, la ignorancia cerril y la terquedad. Reivindica el mundo de los aborígenes y su cultura sencilla, festiva, abierta y tolerante. Muestra el miedo al envejecimiento y a la pérdida de la belleza física. Son escenas destacadas la de Felicia en pie sobre el techo del autocar con un fular plateado desplegado por el viento (a la manera de una diosa de un cuadro romántico), el de Felicia desplegando desde el techo del autocar un vestido de fantasía rojo, el encuentro y la fiesta con los aborígenes, la respuesta de Bernadette a las provocaciones de un abanderado local de la intolerancia y el maltrato físico, la ruidosa despedida de que son objeto al dejar Sydney, etc.
La banda sonora, de Guy Gross (“Los impostores”, Elliott, 1993), ofrece 19 canciones. Destacan las de Abba (“Mamma mia”, “Fernando”), Charlene (“I’ve Never Been To Me”), Gloria Gaynor (“I Will Survive”), Ella Fitzgerald (“A Fine Romance”), Vanessa Williams (Save the Best for Last”) y Alice Bridges (“I Love the Nightlife”). Ofrece canciones a cargo de Guy Pearce (“A Dessert Holiday” y “This Old Man”) y Hugo Weaving (“My Darling Clementine”). Añade dos fragmentos de “La Traviata” (Verdi). La fotografía, de Brian J. Breheny (“El gran golpe”, Roberts, 2002), en color y pantalla panorámica, compone imágenes bien contrastadas y de cromatismo vibrante. Ofrece paisajes inmensos e inhóspitos, casi surrealistas. Subraya el humor y la ironía visual.
Bibliografia
- WIKIPEDIA, “Las aventuras de Priscilla, reina del desierto”, wikipedia.org, febrero 2010.
- Steven Jay SCHNEIDER, “Las aventuras de Priscilla, reina del desierto”, ‘1.001 películas...’, pág. 832, Grijalbo, Barcelona 2006.