Hay que ver Malditos Bastardos relajado, tranquilo. Después de una jornada agotadora dejas todo de lado y le pides a tu cabeza que desconecte, que no analice rigurosamente lo que va a visionar, que se olvide de los libros de historia y que piense que lo que está antes sus ojos está firmado por Quentin Tarantino.

El original cineasta quería dar su punto de vista sobre la Segunda Guerra Mundial, harto de las tristes historias que la acompañan (normal por otra parte) decidió dejar su impronta consiguiendo que la misma nunca sea olvidada ya que es peculiar, original, salvaje y no deja a nadie indiferente.

En Malditos Bastardos, Tarantino hace de las suyas, le da a Brad Pitt un personaje genial, el líder de una banda que caza nazis aunque es nada comparado con el personaje del hasta entonces desconocido actor austríaco Christoph Waltz. Un todopoderoso general nazi capaz de cualquier cosa. Si Brad y Christoph no funcionan la película hubiera fracasado.

En la película se habla inglés, alemán, francés e incluso algún otro idioma…. Pero lo que es algo esencial es que la veas en versión original, el guion, las tramas, los personajes y sobre todo las actuaciones de Brad Pitt y Christoph Waltz (uno de los Oscar mas claros de los últimos tiempos según muchos) lo exigen.

Un meteorito de imágenes, cine, diálogo con un sello inconfundible, muy bien dirigida, y narrada porque a pesar de ser una historia algo complicada está muy bien contada y el espectador no se pierde en ningún momento. Tampoco hay que olvidarse de los geniales actores alemanes Michael Fassbender y Diane Kruger ni de la actriz francesa Mélanie Laurent que interpreta a un a judía. Tarantino sulele lograr buenas interpretaciones.

Aunque es larga, puede ser algo lenta y hay partes del guion que generan dudas tanto en su planteamiento como conclusión y aunque algún personaje merecía otra suerte, el visionado es obligado para cualquier seguidor medianamente informado sobre cine pero hazle un favor a Halcombe Hackney Norilsk….

¡¡Ni se te ocurra verla doblada!!