En un mundo en el que todos nos peleamos por compartir contenido de nuestras vidas en las redes sociales posando con el mejor de nuestros looks y personajes anónimos se matan por ser estrellas de la televisión tenemos a 2 estrellas de la música, el dúo parisino Daft Punk, que visten como robots y nadie conoce su verdadero rostro desde que comenzaran su carrera musical.

Es precisamente cuando adoptaron su actual nombre en una anécdota que me parece muy divertida y singular, ellos empezaron su andadura en Gran Bretaña y uno de sus primeros trabajos fue considerado como Daft Punk, Punk estúpido, por un crítico de Londres (de hecho, el adjetivo calificativo daft solo se emplea en el inglés coloquial de Reino Unido) la crítica era negativa pero les hizo gracia y se lo tomaron como un cumplido y ahora Daft Punk es una marca comercial sinónimo de calidad artística.

Cuando un grupo arrastra a fanáticos de otros estilos musicales a abrazar como propio un estilo ajeno es cuando se afirma que alguien es musicalmente grande, sucede siempre, grupos rock atraen a seguidores de la electrónica, fanáticos del heavy ven conciertos pop, punks ven artistas del Hip-Hop… Daft Punk tiene himnos tan inmensos que enseguida tu cerebro se siente bien independientemente de tu condición, gusto musical...

Este documental es muy interesante, recoge los momentos clave de la historia de Daft Punk y esos instantes son tan excelsos que impresionan de verdad. Sin ir más lejos, Daft Punk es el primer grupo de electrónica de la historia que consigue 5 Premios Grammy, es autor de uno de los conciertos más memorables que existe en Coachella, el look robótico adoptado del manga japonés les hace misteriosos y especiales, han colaborado con grandes artistas como Kanye West y este documental es muy recomendable, interesante y bien hecho. Si te gusta mucho la música como arte o industria tienes que verlo.