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Estados Unidos Estados Unidos · Omaha, Nebraska
Voto de Melón Blando:
8
Drama Sandra dispone sólo de un fin de semana para ir a ver a sus colegas y convencerlos de que renuncien a su paga extraordinaria para que ella pueda conservar su trabajo. Su marido la acompaña para apoyarla. (FILMAFFINITY)
29 de julio de 2015
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Este es el dilema ético que presenta la película: la prima o la Sandra. Un pequeño empresario da a escoger a sus empleados entre una prima extra de 1.000 euros para cada uno de ellos y la conservación del lugar de trabajo de una de sus compañeras, reincorporada al trabajo después de un tiempo de baja laboral. O la prima o la Sandra.

El planteamiento de la película surge de las actuales circunstancias en el mundo laboral. Los compañeros de Sandra han votado una reducción de personal y el despido de Sandra a cambio de una prima. La película de los hermanos Dardenne muestra las consecuencias humanas de este contexto de competencia entre trabajadores fruto de la obsesión por la productividad.

"Deux jours, une nuit" sucede en los suburbios de una ciudad belga, pero podría ser cualquier ciudad europea. Las películas de Jean-Pierre y Luc Dardenne no se conciben desde la raíz de un cine popular, de distracción y entretenimiento (más bien acogidas por el elitista Festival de Cannes), a pesar de ser paradójicamente un cine comprometido con la gente, en cierto sentido de barrio y popular. Sandra, apoyada por su marido, contacta con sus compañeros de trabajo durante un fin de semana porque se replanteen su voto y ser así ella readmitida. Visita las casas de sus compañeros y esto permite ver múltiples visiones acerca de ellos.

Cámara en mano y su característico tono documental, esta pareja de directores belgas consigue una vez más una muestra de autenticidad. Rodada en escenarios naturales, con sonido directo, sin banda sonora, repetitiva; no juzgan sus personajes, no hay buenos y malos. Todos tienen sus razones para decir sí o no a la readmisión de Sandra. No hay maniqueísmos, sí hay ideología.

El cuerpo y rostro del film es el de Marion Cotillard, ganadora del Oscar por su interpretación de Édith Piaf en "La Vie en rose", que aquí no da la impresión en ningún momento de disfrazarse de "persona normal y corriente", sino que presente en el 99% de las escenas se mueve y da vida con credibilidad a esta "trabajadora poco productiva" sin autoestima. ¿Cómo hacer frente al trabajo, al paro si se siente inútil, sola, desamparada?

Película reveladora, necesaria, que habla de un proceso de concienciación personal y colectiva ante la adversidad en el marco de la crisis económica y social. De cómo los resortes del capitalismo han desgastado la solidaridad de los trabajadores.
Melón Blando
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