Haz click aquí para copiar la URL
España España · santiago de compostela
Voto de berenice:
4
Comedia Gerardo es un actor al que nadie considera como tal. Pero éste no es su único problema: Su amigo Lallo le meterá en una serie de líos y Elena, su prometida, le presionará para que cambie de vida y se case con ella. (FILMAFFINITY)
15 de enero de 2014
5 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hay una cosa en la que tiene razón Juanito, el único, hasta este momento, crítico de esta película: "esa naturalidad propia del cine italiano en ambientes y tipos, ese griterío desparramado en diálogos y simples apuntes de personajes que aparecen y desaparecen"; aunque yo opongo una salvedad: esa naturalidad no siempre es propia del cine italiano, que a veces se pone muy pedante; pero sí es un sello típico de Risi, cineasta excepcional que no era ningún genio.
Los protagonistas salen de un hotel; están embarcados en alguno de sus timos. Cruzan la calle y una moto casi los atropella. Gassman increpa al motorista de manera típica italiana. A continuación, continúan con lo que venían haciendo. El incidente de la moto no tiene ni la más mínima importancia para la trama posterior o para los personajes. Hay infinidad de detalles de este estilo, casi todos más "cotidianos". Es la vida misma. Otros directores pondrán papeles revoloteando al viento. Risi pone la pura vida de las ciudades italianas de mediados de siglo.

Gracias a eso, la película se puede ver. Y poco más. Su ingenuidad está terriblemente acartonada. Su humor se ha quedado bastante rancio e, incluso cuando es descaradamente bufonesco, (como en el monólogo shakesperiano que el histrión recita en la cárcel), nos invade una sensación algo patética y de cariñosa vergüenza ajena.
Ello nos lleva al principal problema: Vittorio Gassman. Risi, excepcional director de actrices en todas sus películas, no sabía controlar del todo a sus tragicómicas estrellas masculinas, sobre todo Sordi y Gassman. En esta película, don Vittorio está, sencillamente, inaguantable, tan sobreactuado que ni la excusa bufa hace que me lo trague. Losa demasiado pesada para un film donde todo descansa en el supuesto efecto deslumbrante de este actor, cargante o genial según las ocasiones, (incluso dentro del mismo film).

Como premio (no tan) de consolación, tenemos a las dos maravillosas féminas, especialmente a la turbadora Maria Luisa Mongini, (de curiosísimo sobrenombre artístico: Dorian Gray), fugaz icono erótico en la Italia de los cincuenta y sesenta, y una galería de secundarios estupendos y verosímiles.
berenice
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow