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España España · santiago de compostela
Voto de berenice:
5
Drama Un anciano matrimonio reúne a cuatro de sus hijos, ya independizados, para comunicarles que están arruinados y los van a desahuciar en un plazo muy breve. Los hijos deciden entonces repartirse a sus padres: uno se queda con la madre y otro con el padre, lo que supone un duro golpe para los ancianos, ya que han vivido juntos toda la vida. (FILMAFFINITY)
25 de enero de 2014
12 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta es la visión sobre la vejez que usted, o yo mismo, hubiéramos pergeñado si nos hubieran encargado una historia emotiva de ancianos, que cumpliera los siguientes requisitos:

A) No cargar las tintas, (para no espantar al crítico con el melodrama desaforado).
B) Interpretar el punto anterior con fingimiento, pues lo que hay que hacer es un melodrama desaforado. Que estalle al final, como la (falsa) vida misma de Hollywood. Así que los hijos que no parecían tan malos son, al final, verdaderos miserables, (como tantos reales, por otra parte). Dejamos en nimiedades las miserias y torpezas de los viejos, y las difuminamos, a la postre: no se cagan encima, ni tienen alzheimer, ni se les cae la dentadura postiza. Al revés, son una encantadora pareja romántica a la que todo el mundo sonríe y facilita la vida, excepto los cabrones de sus hijos.
C) El final es importante, y ha de ser rocambolesco.El público se lo tragará, confiado ya a esas alturas, redimido de su propia mezquindad, llorando y llenándolo todo de calificativos mayestáticos: "sublime", "obligatoria"... Llorarán las piedras.

Le damos nuestra historia a un churrero de planos medios sin pizca de genialidad, de trascendencia, de ir más allá de lo que la propia imagen sugiere.Todo correcto y en su sitio, este hombre ha dirigido unas cuantas y tiene experiencia.

Imprescindibles dos actores competentes, más que nunca teniendo en cuenta los mimbres anteriores. Este es el único punto verdaderamente fuerte de la película, y lo flipamos en colores cuando comprobamos que Beulah Bondi tenía sólo ¡¡¡¡49!!! años cuando hizo la película, y que aún duraría 44 más. De verdad, esto es metérnosla doblada a todos.

¿Es que es detestable la película? Por supuesto que no; tiene algún momento bonito y, además, se agradece que fuera a contracorriente en el Hollywood clásico, pero no tiene nada imperecedero, nada realmente conmovedor, amen de ser ligeramente pesadita en otros tramos. El tema de la vejez es fácil caballo ganador sentimental con poco cuidado que se ponga en él. Hasta un simple anuncio de seguros que emitía no hace mucho la tele, (donde un viejo daba pan a las palomas ante la mirada preocupada de un cincuentón largo), te puede recordar que, quede lo que quede, no queda tanto, y dejarte pensativo.
Quizá es que los viejos de mi familia, (estos sí viejos de verdad, con unas miserias poco glamourosas), han muerto siempre en casa y rodeados de amor no fingido. El hecho de que hubieran hablado durante una partida de cartas, como la señora Cooper, nos habría pasado por completo inadvertido.
Ya me véis, con acidez de estómago y sin saber ver la grandeza en el cine, pero buena gente, oiga.
berenice
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