Empecemos por lo bueno: la fotografía y el ritmo de la cinta son exquisitos. En mi opinión, mejores que los de Amelie, película tomada claramente como referencia. La historia original y bien contada, el guión interesante, las actuaciones buenas, etc, etc. Coño, que en realidad es un buen trabajo. Hasta me habría gustado de no ser por:

1. Tanto reto y tanto dar tumbos por la vida sin decidirse a nada tiene un nombre: cobardía, o lo que es lo mismo, acomodamiento, miedo, falta de cojones de los que de verdad valen, ésos que te abren puertas y opciones a cosas reales, lejos de mundos fantásticos que son muy bonitos, sí, pero no dejan de ser productos de la imaginación.

2. Tanto reto y tanto dar tumbos por la vida sin decidirse a nada tiene otro nombre: egoísmo, o lo que es lo mismo, evadir el dolor aunque duela en los otros, haciendo caso omiso a filosofías como la de "el punto medio" y la de "en su justa medida". Es decir, conformarse con esa otra que dice algo así como: siempre habrá a quien le vayan peor las cosas.

¿En qué deriva esto? (al spoiler)

Pues eso, se hace entretenida y acaba muriendo ahogada en su propio mundo de ensueño y pesadilla. ¿Que me contradigo? De eso nada; nada de eso.