Lo cual es de verdad loable, tal es la manía que te tengo. Pero es que, oye, tu película está de puta madre; esta vez la crítica que tanto te ensalza no se equivocaba. Haces de una historia que en otras manos hubiera parecido una chorrada sin sentido (ejemmm) algo cercano y enternecedor. La carica del vejete es para enmarcarla de lo bien que consigue trasmitir cuanto de él se espera: ahora me pesan los años y, con ellos, la memoria; ahora brilla en mis ojos cierto halo de esperanza y un carisma arrollador... sin palabras me ha dejado el actorazo este del que no conocía nada.

No obstante, aquí viene el pero, si bien la historia no aburre en ningún momento (a mí, al menos, no) sí que aprecio un progresivo descenso. Sin saber cómo explicarlo, creo que la intensidad decrece por momentos y los diálogos que tanto decían con tan poco van perdiendo algo de fuelle con el devenir de los acontecimientos. En cualquier caso, la cinta se mantiene bastante por encima de la media, tanto en lo que a cine se refiere como en comparación con otras de corte similar, esto es, "como América es grande que te cagas voy a hacer un viaje que me lleve mucho tiempo por no tocarme los cojones, que me aburre".

Pues eso, hablando de cojones, cojonuda película, sr. Lynch. Esta vez sí que sí.