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España España · Palencia
Voto de Rudyger:
4
Intriga. Drama En la Viena de 1900, el misterioso Eisenheim (Edward Norton) cautiva al público con sus espectáculos de magia e ilusionismo. Sus poderes sobrenaturales llegan a oídos del príncipe heredero Leopold (Rufus Sewell), un hombre escéptico que acude al espectáculo acompañado de su prometida, la bella y sofisticada Sophie (Jessica Biel). Sospechando un fraude por parte de Eisenheim, el príncipe encarga al perspicaz inspector de policía Uhl ... [+]
18 de junio de 2009
30 de 46 usuarios han encontrado esta crítica útil
La película comienza con un joven de clase baja que, asombrado por un viejo ilusionista ambulante, se enamora de una chica de la nobleza. Cuando planean fugarse, ella es retenida, y él desaparece. Tras varios años, él aparece en Viena bajo el nombre de Eisenheim, estando su amada Sophie prometida con el despiadado heredero al trono.

A partir de este punto, encuentro romántico, discusión, truco por aquí y rebeldía por allá. Edward Norton está asombrosamente sosainas, y Jessica Biel demuestra que su talento está, más que delante de una cámara de cine, delante de una fotográfica, máxime con Maxim o FHM mediante. Y (¡oh!) el gran Paul Giamatti, ganador de un oscar por una película independiente, importado expresamente para que esta superproducción tenga ese toque ambiguo, tan original y fresco hoy en día. Casi me caigo al suelo cuando veo su expresión de duda, esos demonios interiores intentando aflorar al exterior. Ojo, no digo que sean malos actores, pero están fuera de su hábitat. Pero aguanté un poco más, y ya me caí del todo cuando empezaron los efectos especiales de verdad. De aquí el título de mi crítica.

Y es que la cinta es muy tramposa, yo creí que iba a ver una película realista, donde podemos ver los entresijos que rodean a un truco de ilusionismo, una historia de amor redonda, algún toque de humor... ¡Que es una superproducción, coño! Pero salí completamente decepcionado. Y lo peor llegó cuando la película termina: sucede exactamente lo que todos andábamos esperando, pero no queríamos que sucediera. ¡Habernos sorprendido, Neil Burguer! ¿No te das cuenta de que, hoy en día, un final sorpresa ha de eso mismo, sorpresa? ¡Que el concepto es el concepto!

Ahora puedo decir que la película podría haberse resumido en un corto, pero hubiera sido una birria por la chapuza de historia que nos cuentan; así que el amigo Burger debió pensar en meter de por medio musiquilla agradable, efectos especiales, bonitas tomas con cámaras caras y mucha, mucha grandilocuencia. Pero si eres grandilocuente para hacer un truco, por lo menos no nos dejes ver las cartas de tu bolsillo.

Menos mal que, gracias a Heraclio Founier o como se llame, siempre nos quedará Tamariz.
Rudyger
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