Esta película es muy mala si se compara con la primera parte pero aún así no está mal para verla un día; es entretenida a ratos. Odio cuando se dice "segundas partes nunca fueron buenas" porque es estúpido, no siempre tiene que ser así pero parece que cuando hicieron esta película buscaron hacer la peor secuela posible para Conan el Bárbaro.
Para empezar la historia es mucho más aburrida que la primera, ya no encierra ningún mensaje filosófico y su base es la de la típica película de tarde: cargarse a los malos.
La interpretación no destaca especialmente y la banda sonora es exactamente la misma que la de Conan el Bárbaro con alguna variación, cosa que hace ver la vaguedad y cutrería con la que se hizo la película (la mayoría de armaduras de la primera aparecen en la secuela, por poner un ejemplo). Otra cosa que odio es la implantación de un personaje bufón. Por alguna razón no pudieron contar con Gerry Lopez (Subotai) y decidieron meter a ese carnavalesco personaje que solo le falta la pandereta.