Amigos, cerveza, tabaco y gore. El plan perfecto para una noche de invierno apalancado en el sofá. Y si en la portada aparece un hombre atravesado por una lanza cual pincho moruno y debajo de un titulo tan sugerente como “Holocausto Caníbal”, la velada a priori promete mucho.

Los créditos comienzan y suena el tema principal de la banda sonora, que parece sacado de algún capítulo de "Vacaciones en el mar". Esto nos indica que el director es un cachondo, algo siempre positivo dentro del gore.
Pero nada más lejos de la realidad. Enseguida se puede observar que no se va a ver luz al final del túnel y pedimos a gritos un giro argumental que nos saque de la modorra en la que nos ha metido el tono documental.

Pero nada.Lo más que consiguió fue que le diéramos hacia atrás al DVD para observar otra vez si era cierto que los animales que matan son de verdad. Lo sé, es triste. Pero fue con lo único que pudimos entretenernos en hora y media de metraje.

Un tres por las buenas intenciones argumentales.