Ingeniosa película en la que el montaje nos introduce a la psiqué distorsionada de la mente humana. Y es que la mente cruza caminos insondables. Un rompecabezas que sólo los asesinos seriales y los que sufren el trastorno de la personalidad podrían descifrar.
Aquí, la cuestión es que el público se queda con la tarea de discernir que pasa realmente por la mente atormentada del protagonista. Quien se transmuta camaleónicamente según las circunstancias, y a veces perece víctima, a veces manipulador. Lo cierto es que como esboza en un comentario de lo más cercano a revelar este thriller, el usuario VivoLeyendo; da la impresión de que el protagonista se auto engaña de una manera que recurre a imágenes en fotografías de eventos recientes y recurrentes para olvidarse de su propia realidad, en un síntoma de profunda neurosis que le lleva a un círculo vicioso en el cual busca un culpable evadiendo su responsabilidad.
Todo fin violento es locura, y sabemos que el coleccionista de recuerdos, el hombre ilustrado va en camino del aniquilamiento de su alma. Vía el sufrimiento del que ya es adicto, compreso en cada foto que guarda como un rito macabro.