Dos figuras legendarias de la historia del cine en una comedia elegante.
Las mil veces contada guerra de los sexos, de una forma muy fina. Psicológicamente deliciosa. Porque realmente no nos indican la causa por la cual ese hombre ha fracasado en siete matrimonios; y si por fin el enamoramiento. Como decimos: “encontrar la horma del zapato”
Ayuda bastante en la trama la actuación de David Niven.
En fin, Cooper y Colbert nos deleitan en La Costa Azul. Un sitio donde si puede cuajar cualquier historia de amor y más aún si se trata del ideal del hombre americano, autosuficiente, integro y caballeroso. Algo que Cooper llevaba en sus genes, y en el ADN del cine.
Claudette, su pareja en turno, también traía en las venas, los “cromosomas de la actuación” por eso hicieron “química”
"Actuar es algo para lo que naces. Lo tienes o no lo tienes" Claudette Colbert.
Al final de sus vidas, las enfermedades los masacraron. Es por eso que me gusta recordar a estos dos símbolos del cine, viendo películas como “La octava mujer de Barba Azul” dentro de la magia del cine, porque solo ella, conserva jóvenes y bellos para la eternidad los rostros del “Sargento” Cooper y “Cleopatra” Colbert.